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El Congreso brasileño retoma su actividad con la oposición ‘en pie de guerra’ contra Rousseff

Dilma Rousseff, presidenta de Brasil

La actividad regresa al Congreso brasileño, aunque todo apunta a que Dilma Rousseff volverá a estar en el ojo del huracán. Aunque ya han pasado algunas semanas desde la última vez que el juicio político protagonizó portadas en los medios, Rousseff no lo tendrá fácil a la hora de hacer reformas. La actividad regresa al Congreso brasileño, aunque todo apunta a que Dilma Rousseff volverá a estar en el ojo del huracán. Aunque ya han pasado algunas semanas desde la última vez que el juicio político protagonizó portadas en los medios, Rousseff no lo tendrá fácil a la hora de intentar hacer reformas económicas.

El cese de la actividad ha supuesto una nueva bocanada de aire fresco para la mandataria, pues la unidad que podría haber habido para sacarla de su cargo se ha disipado durante el Carnaval. Aunque no el desencanto tanto de la oposición como de los apoyos de la mandataria sobre la economía brasileña.

La recesión ha golpeado tanto a las empresas como a los consumidores y los legisladores brasileños no tienen ningún interés en nuevos recortes ni medidas de austeridad a pesar de la insistencia del equipo de Rousseff en hacerlas cuanto antes para darle al país la energía que necesita. Quizás no las deseen por la cercanía de las elecciones municipales de octubre.

En cualquier caso, hay algo que sigue estando presente en las discusiones: el caso de corrupción de la empresa estatal Petróleos Brasileños (Petrobras). Si el tema se vuelve recurrente en las discusiones en el Congreso, no será tan fácil para la sucesora de Luis Inácio Lula da Silva salir bien parada de todo esto.

De ser destituida Rousseff, el que acabaría en mejor posición sería el vicepresidente Michel Temer, pero el mismo ha reconocido, según el portal G1, que el ambiente en el Congreso no parece propicio para destituir a Rousseff. “La acusación ha perdido fuerza, hace algún tiempo la cuestión tenía más consistencia, pero la ha perdido”. Lo que no quiere decir que cuente con respaldo. El portal financiero Bloomberg sostiene que la presidenta se marchará del Congreso sin haber conseguido los apoyos para hacer sus reformas.

Estas podrían incluir planes para recortar los beneficios a las pensiones y revivir un impuesto sobre las transacciones financieras, ambas medidas diseñadas para reducir el déficit presupuestario y evitar nuevos comentarios negativos por parte de las agencias de ratings.

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