Millones de cubanos acudieron este domingo a las urnas para elegir a los diputados al Parlamento y las Asambleas Provinciales del Poder Popular, que se constituirá el 19 de abril, y habrá de elegir al nuevo presidente y a los principales cargos de su nuevo Gobierno.
Millones de cubanos acudieron este domingo a las urnas para elegir a los diputados al Parlamento y las Asambleas Provinciales del Poder Popular, que se constituirá el 19 de abril, y habrá de elegir al nuevo presidente y a los principales cargos de su nuevo Gobierno.
En un ambiente de fiesta, marcado por la lluvia en algunas partes del país, los electores dijeron sí con su voto a la revolución y al socialismo.
Y, aunque desde hace mucho tiempo el claro favorito para sustituir a Raúl Castro es su teórico número dos, Miguel Díaz-Canel; la preminencia del actual vicepresidente primero en la carrera sucesoria se ha acentuado aún más durante las últimas semanas de tal forma que ya casi nadie duda de que él será el elegido.
Pese al retraso con el que finalmente se está produciendo todo este proceso electoral respecto al calendario inicial, oficialmente motivado por las consecuencias del huracán Irma; la aparición en los medios oficiales de Díaz-Canel recibiendo a mandatarios extranjeros con una iconografía semejante a la de Raúl Castro es, por ejemplo para El Nuevo Herald, la prueba definitiva de que todo transcurrirá según lo previsto.
De hecho, como señala también esta publicación, durante los últimos meses ya ha sido él, y no Raúl Castro, quien ha protagonizado las efemérididas más destacadas o recorrido en septiembre los territorios que sufrieron el embate del Irma para supervisar las labores de recuperación. Un movimiento que se contempla como una estrategia para acercarlo a la gente.
De esta forma, las actuales incógnitas se centran en averiguar cuál será el verdadero margen con el que contará Diaz-Canel para marcar el rumbo. Así, algunos observadores apuntan la posibilidad de crear un “poder bicéfalo”, con un presidente en el Consejo de Estado y otro en el Consejo de Ministros, cargos que ha ocupado Raúl Castro en la última década y antes, su hermano Fidel.
Una posibilidad que requeriría cambia la actual Constitución (1976) que establece que el presidente del Consejo de Estado es jefe de Estado y Gobierno, por lo que encabeza también el Consejo de Ministros, además de dirigir las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR); pero lo cierto es que ya está prevista una reforma constitucional en la Isla.
Además, está previsto que Raúl Castro conserve un papel relevante hasta 2021 como primer secretario del Partido Comunista Cubano (PCC), si bien se especula con que éste tiene previsto desplazarse a vivir a Santiago, donde es candidato a diputado, ya que su voluntad es la de conceder a su sucesor un cierto margen de maniobra.
Con todo, aún así persistiría la incógnita del papel que están destinados a jugar otros hombres fuertes del regimen como el canciller Bruno Rodríguez; el considerado ‘zar’ de las reformas económicas, Marino Murillo; el segundo secretario del PCC, José Ramón Machado Ventura; el comandante y vicepresidente Ramiro Valdés; el ministro de las FAR, Leopoldo Cintra Frías; o la secretaria del PCC en La Habana, Mercedes López de Acea.
