El proyecto supondría una inversión de 11.000 millones de dólares. El embajador de China en Brasilia, Li Jinzhang, ha transmitido al presidente interino de Brasil, Michel Temer, que empresas constructoras y operadoras de trenes chinas estarían intentando reactivar el proyecto de tren rápido de 11.000 millones de dólares que conectaría sus dos principales ciudades, según ha desvelado la agencia Reuters.
Esta inversión convertiría al proyecto en el mayor de la historia de las infraestructuras brasileñas. Una magnitud que le hizo quedar descartado después de que el país sudamericano cayese en recesión, así como por las dudas sobre su viabilidad y modelos de concesión.
Sin embargo, según una fuente exclusiva citada por la agencia, los chinos ahora «están trabajando duro para reactivar el proyecto» y Brasil respaldaría la idea, aunque su convencimiento aún no sea absoluto.
Como parte de la operación, Temer habría sido invitado a viajar en el tren de alta velocidad que conecta Shanghái con Hangzhou el próximo mes durante la cumbre del G-20. Para entonces, el presidente chino, Xi Jinping, aprovechará para mantener una reunión bilateral con el que ya podría ser presidente definitivo de Brasil de confirmarse la destitución de Dilma Rousseff en la votación que tendrá lugar a finales de este mes.
El proyecto para conectar el centro financiero de São Paulo con Río de Janeiro era visto como un gran paso en la búsqueda de Brasil por entrar al club de países desarrollados cuando fue propuesto por primera vez en 2010.
