Un lujo del que disfrutamos sin darnos cuenta. Eso es, hoy por hoy, la música y la presencia escénica que nos regala en cada concierto la bajista, chelista, cantante y compositora cubana Cary Rosa al frente de su banda Afrocuban Jazz. Un lujo del que disfrutamos sin darnos cuenta. Eso es, hoy por hoy, la música y la presencia escénica que nos regala en cada concierto la bajista, chelista, cantante y compositora cubana Cary Rosa al frente de su banda Afrocuban Jazz.
El combo, bien conocido en muchos lugares de España, actuará el próximo día 20 en la sala madrileña Bogui Jazz, dentro de la programación de ese excelente festival llamada ‘Madrid es Negro’, cuya programación se consolida año tras año.
Será una nueva oportunidad de disfrutar adentrándose en el universo sonoro de esta artista, que representa la última generación de la música llegada de la isla. Y así se construye sobre unos sólidos cimientos forjados sobre el jazz latino, la nueva trova, el funky y los ritmos afrocaribeños.
Pero Cary no olvida que son las buenas canciones las que conquistan al público y que en ellas, la comunicación se consigue gracias a una mezcla mágica de buenas melodías y letras convincentes. Esa que consiguieron los grandes compositores cubanos de todos los tiempos.
Por eso como ellos, usa las experiencias de su propia vida y sus convicciones para construir un discurso que también enriquece con la musicalización de poemas de grandes literatos cubanos como Nicolás Guillén o José Martí.
Todo esto, y mucho más es Cary Rosa que en cada actuación, además, reivindica su condición de mujer cubana, forjada en la tierra del café, la caña y el ron y también a sus ancestros nigerinos y a la tradición yoruba, cuyas candencias pueden apreciarse con nitidez en su obra.
