El crecimiento económico de Brasil se ha debilitado en los últimos dos trimestres, lo que podría significar que se acaba el sueño del mercado emergente favorito de los inversores. El crecimiento económico de Brasil se ha debilitado en los últimos dos trimestres, lo que podría significar que se acaba el sueño del mercado emergente favorito de los inversores. La producción industrial y las ventas minoristas hicieron caer un 1,35% el índice de la actividad económica del banco central de diciembre.
Los economistas consideran que estos datos obligarán al Gobierno a anunciar un crecimiento económico negativo en el cuarto trimestre de 2013, tras la contracción del 0,5% en el tercer trimestre. El diario argentino La Nación recuerda que algunos economistas definen dos trimestres consecutivos de decrecimiento como una recesión técnica. Aunque todo apunta a un repunte en el trimestre en turno.
La caída del crecimiento chino se ha desacelerado y la moderación en los precios de las materias primas que Brasil exporta ha dejado a la economía del país sin motor externo. Y es que el comportamiento del país que preside Dilma Rousseff se encuentra lejos de mercados emergentes como el de China e India. De hecho, los economistas prevén que Brasil crezca apenas 1,5% este año, luego de una expansión estimada de 2,3% en 2013.
La reducción ocurre en momentos en que la presidenta Rousseff se prepara para una campaña de reelección en medio de condiciones económicas adversas dentro y fuera del país. Manifestaciones callejeras masivas contra un alza en los precios y las deficiencias de los servicios públicos sacudieron al país en junio. La agitación se ha mantenido, aunque a menor escala, en las principales ciudades a medida que el país se prepara para el Mundial de fútbol.
