La petrolera multinacional British Petroleum (BP) ha comenzado a vender parte de sus activos en América Latina para poder hacer frente a las grandes pérdidas económicas que ha supuesto para la compañía inglesa el vertido del Golfo de México. BP ya ha vendido su filial colombiana a un consorcio formado por la petrolera Ecopetrol y la compañía canadiense Talisman por un valor de 1.900 millones de dólares (1.450 millones de euros). Entre los planes de la compañía también existe la posibilidad de vender sus operaciones en Argentina y Venezuela. La petrolera multinacional British Petroleum (BP) ha comenzado a vender parte de sus activos en América Latina para poder hacer frente a las grandes pérdidas económicas que ha supuesto para la compañía inglesa el vertido del Golfo de México. BP ya ha vendido su filial colombiana a un consorcio formado por la petrolera Ecopetrol y la compañía canadiense Talisman por un valor de 1.900 millones de dólares (1.450 millones de euros). Entre los planes de la compañía también existe la posibilidad de vender sus operaciones en Argentina y Venezuela.
BP ha vendido todos sus activos de exploración y producción de petróleo y gas en Colombia, así como todos los negocios relacionados con el transporte de crudo y la comercialización de gas al consorcio formado por Ecopetrol y Talisman, según han asegurado en un comunicado los portavoces de la petrolera estatal colombiana. Ecopetrol domina el consorcio al controlar el 51% de la participación, mientras que el 49% restante está en manos de Talisman.
A los analistas no se les ha escapado que unos de los principales accionistas de BP, Black Rock, un fondo de inversión inglés, también está detrás del accionariado de Talisman, a través de diferentes fondos de inversión.
Los planes de la compañía van más allá de esta operación. Ya que existe la posibilidad de que la firma inglesa también venda sus activos en otros países de la región, como Argentina y Venezuela, como parte de su estrategia para recaudar decenas de miles de millones de dólares para afrontar los gastos ocasionados por el derrame de crudo en el Golfo de México.