El Ministerio de Sanidad de Bolivia ha decidido poner un tope al precio de al menos 600 medicamentos de uso cotidiano que se venden en farmacias. El fin de ello es que el usuario pueda acceder a sus medicinas de modo accesible sin que la variación, se compre donde se compre, no sea excesiva. El Ministerio de Sanidad de Bolivia ha decidido poner un tope al precio de al menos 600 medicamentos de uso cotidiano que se venden en farmacias. El fin de ello es que el usuario pueda acceder a sus medicinas de modo accesible sin que la variación, se compre donde se compre, no sea excesiva.
La presidenta de la Asociación de Profesionales Propietarios de Farmacias (Asprofar) de Bolivia, Claudia Paredes, ha asegurado al periódico La Razón que con esta medida se pretende que “no haya un incremento de precios por temporadas o de una farmacia a otra”.
Esta medida, corroborada con la Circular 33/2014 del Ministerio no incluye ningún incremento ni cambio de precios y afecta a los fármacos con que se tratan las enfermedades más frecuentes, como descomposiciones estomacales, resfriados, congestión y diabetes, entre otras.
