Blackstone, la mayor gestora de fondos de inversión privados del mundo, ha profundizado en su apuesta por el mercado inmobiliario estadounidense. La percepción de sus responsables es que los precios de compra aún están baratos y, sin embargo, la rentabilidad que puede obtenerse a través del alquiler empieza a moverse al alza. Blackstone, la mayor gestora de fondos de inversión privados del mundo, ha profundizado en su apuesta por el mercado inmobiliario estadounidense. La percepción de sus responsables es que los precios de compra aún están baratos y, sin embargo, la rentabilidad que puede obtenerse a través del alquiler empieza a moverse al alza.
Por eso, su último lanzamiento hasta la fecha sería, según una información publicada por la agencia Reuters, el Blackstone Real Estate Partners VII, habría obtenido una recaudación inicial de 12.000 millones de dólares, sólo 1.000 por debajo del plan elaborado inicialmente por la compañía.
Blackstone maneja ahora activos inmobiliarios por valor de 48.000 millones de dólares, cifra que supone un aumente del 40% con respecto al volumen que gestionaba hace sólo doces meses. Y, aunque la cantidad sólo supone un 30% de los activos totales su peso sobre el beneficio neto no ha dejado de aumentar en los últimos meses.
Las últimas compras realizadas por la gestora de fondos estadounidenses fueron 600 centros comerciales, repartidos por todo el territorio estadounidense, que eran propiedad de la compañía australiana Centro. Blackstone pagó 9.800 millones de dólares.