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Amaro Ferreiro

Tener como hermano de una estrella del pop consolidada como Iván Ferreiro, debe tener sus ventajas y sus inconvenientes, seguro. Pero, por ahora, para ese paciente artesano de la canción llamado Amaro Ferreiro, parece que las primeras superan con mucho a los segundos. Tener como hermano de una estrella del pop consolidada como Iván Ferreiro, debe tener sus ventajas y sus inconvenientes, seguro. Pero, por ahora, para ese paciente artesano de la canción llamado Amaro Ferreiro, parece que las primeras superan con mucho a los segundos.

O, por lo menos, eso es lo que Amaro explica cada vez que algún periodista ‘original’ vuelve a preguntarle por sus sentimientos al respecto. Algo que, en los últimos tiempos, le sucede con frecuencia al cantautor gallego porque anda de ‘semigira’ por los medios de comunicación, ocupado en la promoción de ‘Biólogo’, su nuevo disco.

Un álbum que define como el resultado de diez años de tropiezos y múltiples procesos basados en el método del ensayo y el error que, además, aún estarían en marcha. Porque, finalmente, la capacidad de aprender una nueva lección de cada fallo es, probablemente, el arma más poderosa de que dispone el creador.

Más compositor que cantante o guitarrista, Amaro Ferreiro, ha reunido en este álbum una colección de doce temas, compuestos pacientemente y grabados con la máxima naturalidad posible. Tanta que, a ratos, el oyente podría tener la impresión de estar escuchando un concierto íntimo en el salón de su casa.

Para conseguirlo, el productor y multiinstrumentista, Pablo Novoa, optó por ‘obligar’ a Amaro a convertirse en el guitarrista principal, y casi único, de un disco agradable, que se escucha con facilidad y ayuda a pasar entretenido esas horas muertas de los días, en los que la rutina parece haber sepultado cualquier esperanza vital.

Quizá porque al oírlo uno se siente bien acompañado. Puede ser porque los textos, confesionales y bien elaborados, transmitan el resultado de las experiencias vividas y resulten sinceros y aprovechables. O porque nos llegan envueltos en unas melodías suaves y memorables que parecen pensadas para invitarnos a reflexionar. Cualquiera sabe.

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