La Organización de Estados Americanos suspende el estatus de Rusia como observador permanente

Con 25 votos a favor, ocho abstenciones, cero en contra y un ausente, el Consejo Permanente del organismo ha aprobado la resolución ‘Suspensión de la Condición de la Federación de Rusia como Observador Permanente ante la Organización de Estados Americanos’.

Así, el organismo ha declarado que, «alarmado por el creciente número de muertes y el creciente desplazamiento de personas», así como conmocionado por «los informes de las terribles atrocidades cometidos por las Fuerzas Armadas rusas en Bucha, Irpin, Mariúpol y otras ciudades ucranianas, y en la estación de tren de Kramatorsk», ha decidido suspender su estatus de observador permanente.

La OEA también ha expresado su preocupación por la violación del Derecho Humanitario por parte de Moscú y su «indiferencia» a las peticiones de retirada de las tropas rusas del territorio ucraniano, así como por «las continuas violaciones fragantes y sistemáticas de los Derechos Humanos».

Por todo ello, la Secretaría General del organismo comunicará tanto a la Federación Rusia como a António Guterres, secretario general de Naciones Unidas, la decisión de suspender a Moscú de la OEA, tal y como expresa el texto.

REACCIONES A LA RESOLUCIÓN

«Con la aprobación de esta resolución, los estados miembros de la OEA demostraron que no nos quedamos al margen frente a las violaciones del Derecho Humanitario y los abusos contra los Derechos Humanos por parte del Gobierno ruso. Nuestro hemisferio apoya a Ucrania», ha dicho el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, en un comunicado.

En este sentido, ha subrayado que esta acción «envía un mensaje claro al Kremlin». «La abrumadora cantidad de países de las Américas exhortó a Rusia a poner fin a su inconcebible guerra de elección, retirar sus fuerzas y cumplir con el Derecho Internacional», ha agregado.

Por su parte, el secretario general de la organización, Luis Almagro, ha señalado en un discurso que «la invasión a Ucrania afecta a la paz y la seguridad en todo el planeta». «Permitirla, en el apoyo o en el silencio, es abrir la puerta a la violación de las normas más elementales que hacen a la convivencia pacífica entre todos los países del mundo», ha dicho.

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