El Mercado Latino de Seven Sisters, en el distrito de Haringey, celebra una gran victoria en su larga campaña contra los planes municipales de desarrollo y reurbanización de esta popular área del noreste de Londres. La constructora privada Grainger tiró la toalla este mes y renunció a extender la contrata de su proyecto, que incluía la demolición del edificio de principios del siglo XX, donde el «Pueblito Paisa» fue creciendo a partir de 1985.
APOYO MUNICIPAL
La retirada de Grainger coincidió con un cambio de mando en el ayuntamiento de Haringey, que finalmente apoya el plan de los comerciantes y residentes. «El Pueblito Paisa es uno de los pocos espacios de comunidad latinoamericana que queda en Londres y, de hecho, es el único mercado latinoamericano que visita gente de toda la urbe», subraya la líder municipal, Peray Ahmet, en declaraciones a Sputnik.
La dirigente laborista considera prioritario defender los intereses de las minorías sociales de Haringey, uno los distritos más multiétnicos y desfavorecidos de Londres y que fue el foco del polvorín de disturbios que se propagó por todo el país en agosto de 2011.
“Las comunidades pequeñas, en particular, están siendo desplazadas de sus barrios y les cuesta sobrevivir a los grandes desarrollos urbanísticos. En Haringey estamos reflexionando sobre la manera de crear espacios donde nuestras comunidades puedan prosperar, particularmente comunidades pequeñas como la latinoamericana”, explica la concejala jefa.
FRENO A LA ‘GENTRIFICACIÓN’
Para Vicky Álvarez y sus colegas en la Fundación de Desarrollo y la Asociación de mercaderes de Seven Sister, la retirada de Grainger representa una “importante victoria para todos los que luchan contra la gentrificación” (aburguesamiento) de las ciudades. “Tener el apoyo político del ayuntamiento es un logro increíble, pero aún queda camino por delante. Tuvimos que pelear fuerte y queremos ser parte de la solución. La comunidad es muy resiliente y seguimos luchando y trabajando”, afirma a Sputnik.
La solución, según añade, es el plan comunitario de restauración del solar -se aprovecharían las plantas superiores que llevan décadas en desuso- y su explotación comercial, sin ánimo de lucro, por la misma Fundación o una entidad cooperativa. El proyecto de reforma está presupuestado en 12.9 millones de libras (cerca de 18 millones de dólares) y cuenta con permiso preliminar de construcción.
“Una de las cosas que quiero hacer como líder es asegurar que el ayuntamiento trabaje con las comunidades de las áreas que están en vías de remodelación. La Fundación ha hecho eso precisamente y ha presentado un plan desarrollado por los comerciantes y residentes”, reconoce Ahmet, quien está al frente de la autoridad local desde mayo.
SONRISAS Y LÁGRIMAS
Álvarez cree que lo “peor pasó ya y quedan menos obstáculos” para hacer realidad un sueño y pesadilla en ocasiones- al que ha dedicado las dos últimas décadas. “Ha sido muy duro, muchas noches de cuestionarme si hacía lo correcto, si valía la pena sacrificar a mi familia, aunque siempre me ha apoyado. La comunidad estaba desprotegida, desorganizada y algunos ya no están con nosotros… pero me siento feliz de haber recorrido este camino tan difícil. Lo hice con dignidad y amor y hoy estamos celebrando”, recuerda en una entrevista con Sputnik.
Admite que la “lucha ha causado resentimiento y divisiones” de una minoría de los 38 individuos o familias con licencia para gestionar unos sesenta puestos, tiendas y restaurantes del mercadillo. “Cuando vean el resultado final, lo celebrarán porque va ser maravilloso para la comunidad latinoamericana”, señala.
Faltan flecos por hilar en financiación y respecto al traspaso de propiedad del histórico edificio de la estación de Seven Sisters, que pertenece a la entidad del transporte londinense (TfL, en sus siglas en inglés) dependiente del alcalde del gran Londres, Sadiq Khan. El político laborista aún no se ha pronunciado al respecto, pero el nuevo liderazgo en Haringey le está “alentando vigorosamente” para que “aproveche la oportunidad de salvar el mercado latino” y de luz verde a la propuesta de la comunidad.
IMPACTO DEL CORONAVIRUS
“Queremos apoyar los negocios comunitarios siempre que sea posible. Es una forma de construir una economía mejor, más justa y equitativa. Une a la gente, fomenta la cohesión comunitaria y facilitar el intercambio cultural”, defiende Ahmet.
La constructora justificó su retirada en el impacto de la pandemia y la incesante batalla del “ruidoso grupo” de sudamericanos. A su vez, la concejala observa que el “viejo modelo económico ya no funciona” y la cooperación es imprescindible “si queremos mantener la prosperidad y la seguridad” en las ciudades.
“Necesitamos más iniciativas comunitarias como la del Mercado Latino, no solo por su beneficio social, sino también económico”, defiende. Ahmet está convencida de que la financiación no será un obstáculo para rehabilitar el área de Seven Sisters de acuerdo con el plan liderado por un grupo de emigrantes mayoritariamente colombianos.