Las diferencias de este año con respecto a las previsiones de julio pasan por una actividad más fuerte de lo esperado en la primera mitad de 2022 en varios países, como consecuencia de un contexto de fuertes precios de las materias primas, unas condiciones financieras que todavía son favorables, y la normalización pospandémica de la actividad en sectores de contacto intensiva.
En lo que respecta al próximo ejercicio, el organismo multilateral atisba una ralentización de la actividad a finales de 2022 y durante 2023, provocando así el debilitamiento del crecimiento económico, unas peores condiciones financieras y unos precios de las ‘commodities’ menos elevados.
Por países, la proyección para Brasil este año es de un crecimiento del 2,8% en 2022 y del 1% en 2023 (una mejora de 1,1 puntos en este año y un empeoramiento de una décima el próximo). Por su parte, la previsión para México es de un crecimiento del 2,1% en 2022 y del 1,2% en 2023, lo que implica una mejora de 1,1 puntos este año y una caída de una décima en 2023.
En cuanto al resto de países, el FMI proyecta para Argentina un crecimiento del 4% en 2022, con una inflación del 72,4%, la más alta de la región exceptuando Venezuela (210%).
Colombia sería la economía que lideraría el crecimiento en la región, con una expansión del 7,6% en 2022 y del 2,2% en 2023. En Chile se proyecta un crecimiento del 2% para este año y una caída del 1% en 2023; mientras que en Perú se estima crecimiento del 2,7% y del 2,6% en 2022 y 2023, respectivamente. En cuanto al resto de mercados, destacan los avances de Uruguay (5,3%), Venezuela (6%) y Bolivia (3,8%) para este año.
Por el lado de la inflación, el organismo con sede en Washington proyecta una tasa del 14,1% para este año y del 11,4% en 2023 en Latinoamérica y el Caribe.
En lo que respecta al desempleo, el FMI solo proyecta en Colombia tasas de dos cifras, del 11,3% en 2022 y del 11,1% en 2023. En el resto de economías, las tasas de desempleo oscilan entre entre el 3,4% de México y el 9,8% de Brasil para este año.
En el plano global, el FMI ha decidido rebajar de forma generalizada sus previsiones de crecimiento del PIB. «La futura salud de la economía global depende críticamente de la calibración adecuada de la política monetaria, el curso de la guerra en Ucrania y la posibilidad de más problemas de oferta relacionados con la pandemia, por ejemplo, en China», ha alertado el organismo.