«Ya autorizó el Gobierno de EEUU la compra de Pemex de la refinería Deer Park de Houston Texas de la empresa Shell. Es una compra que hace el Gobierno de México de una refinería, es algo histórico», con un valor de 596 millones de dólares para completar el 49,995 por ciento de acciones que ya poseía la petrolera estatal mexicana desde 1992, dijo el jefe de Estado en conferencia de prensa.
El gobernante agradeció a su homólogo de EEUU, Joe Biden y a las autoridades de la Casa Blanca involucradas «por su confianza para autorizar la operación (…), que significa tener más capacidad para procesar el petróleo crudo, la materia prima que se extrae de los pozos de tierra como de aguas someras del país», en costas del Golfo de México.
La meta para el año 2023 es que Pemex tenga capacidad de procesar toda su producción petrolera sin exportar y dejar de importar productos refinados «para producir en México todos nuestros combustibles. Es un giro importante en cuanto a política petrolera», subrayó.
La autorización fue otorgada el martes 21 de diciembre por el Comité de Inversiones Extranjeras del departamento del Tesoro de EEUU, informó a su turno el canciller Marcelo Ebrard.
En ese Comité establecido por una Ley de 1950 y actualizado en el periodo 2018-2020, participan todas las aéreas vinculadas a la seguridad de EEUU, para evaluar el riesgo de la seguridad nacional y autorizar una operación de compra o inversión de un país extranjero, detalló el jefe de la diplomacia mexicana.
El comité (Cifus, en inglés) que evaluaba desde el 30 de noviembre pasado los documentos de Shell y Pemex otorgó la autorización «con todas las consideraciones relevantes para la seguridad nacional de EEUU», y determina que «no hay ninguna preocupación de seguridad nacional sin resolver», según documento leído por Ebrard.
PERFIL DE LA REFINERÍA
A su turno, el director general de Pemex, Octavio Romero Oropeza, detalló que la capacidad de refinación de la planta que será 100 por ciento propiedad de la firma mexicana «es de 340.000 barriles de crudo por día».
El objetivo estratégico «es que todos los combustibles producidos sean propiedad del Gobierno de México, para impulsar la seguridad energética que encabeza el presidente», dijo Romero.
La refinería de Deer Park es parte de un complejo petroquímico de Shell en Texas (sur de EEUU) que «comercializa con bajo costo logístico sus productos», por buques, oleoductos y carros tanques de ferrocarril.
El titular de la empresa mexicana detalló que en el ránking de la industria energética, la planta de Deer Park ocupa el lugar 16 de las 129 refinerías de EEUU, y es la número 18 en conversión de petróleo crudo para «procesar materias primas pesadas con alto contenido de azufre sin producir combustóleo (fueloil)», con eficiencia energética.
Aunque Pemex produce un pequeño margen de valioso petróleo ligero de fácil refinación, la característica dominante en la mezcla mexicana de crudos de exportación es de tipo pesado y semipesado, hidrocarburos fósiles que contienen mayores impurezas como el azufre.
Esa refinería se sumará a otras seis plantas procesadoras de crudo establecidas en México que serán modernizadas, y una más que se construye en el puerto petrolero de Dos Bocas, en el Golfo de México.