En un documento del Departamento de Energía al que ha tenido acceso la agencia de noticias Bloomberg, el Gobierno estadounidense ha señalado que la reforma, que ofrecerá una mayor participación en el mercado energético de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), supondrá un menor uso de los parques solares y eólicos del país.
Esto tendrá un impacto sobre las emisiones de gases de efecto invernadero y de los costes de la generación de energía, tal y como indica el texto, que señala que estos cambios podrían provocar un aumento de los cortes del suministro.
De aprobarse esta medida, según las autoridades, se daría una «potencial distorsión del principio de despacho económico, aumentando los costes de producción y amenazando los compromisos con la lucha contra el cambio climático a corto plazo en el país».
Ante esta situación, grupos de defensa del medio ambiente y compañías de energías renovables han criticado a la Administración de López Obrador por impulsar una agenda energética basada en combustibles fósiles.
No obstante, el mandatario ha apostado por darle al Estado más poder sobre la industria eléctrica al otorgar más del 50 por ciento de la generación eléctrica a la CFE con el objetivo, además, de echar por tierra las reformas aprobadas durante el sexenio del expresidente Enrique Peña Nieto. La CFE, por su parte, ha asegurado que la reforma únicamente busca «nivelar el mercado».
En este sentido, el partido gubernamental Morena y sus aliados necesitan el apoyo de los diputados opositores para alcanzar la mayoría de dos tercios necesaria para aprobar la reforma eléctrica.