Caída del dólar en Latinoamérica: alivia la inflación pero amenaza el crecimiento

El dólar se ha depreciado un 9 por ciento este año, mientras que las principales monedas latinoamericanas han aumentado su valor en promedio un 6 por ciento.

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La caída del dólar, que ronda el 9 por ciento en el transcurso del año y responde principalmente a causas globales, tiene repercusiones tanto positivas como negativas para América Latina, confirmó a la Agencia Sputnik el economista argentino Sergio Páez.

«A priori reduce las presiones sobre la inflación interna. En la medida que se desvaloriza el dólar se reducen las presiones de precios vía exportaciones, básicamente los productos que exporta América Latina, alimentos, minerales, petróleo. Lo mismo hace con las importaciones (…) Pero en términos de la dinámica del crecimiento, aparecen algunos riesgos», afirmó Páez, doctor en economía y profesor de la Universidad Federal de Río de Janeiro.

El dólar se ha depreciado un 9 por ciento este año, mientras que las principales monedas latinoamericanas han aumentado su valor en promedio un 6 por ciento.

Entre ellas destacan el real brasileño (11 por ciento), el peso mexicano (9,2), el peso chileno (5,7), el peso colombiano (4,8) y el sol peruano (2,9), según un informe del banco JP Morgan del 10 de junio.

Este escenario fue definido el pasado 1 de julio por el portal especializado Bloomberg como «deudas en dólares más bajas» y «compras internacionales menos costosas» para latinoamericanos durante el primer semestre del año.

Un día después, el analista financiero Gregorio Gandini dijo a dicho medio que esta situación generó un «fuerte atractivo» de las acciones en Latinoamérica.

En cuanto a la inflación, la región muestra una tendencia de moderación inflacionaria, con tasas en el rango de 4-5 por ciento, pero persisten problemas en Bolivia (15,53 por ciento en el primer semestre) y Argentina (13,3 por ciento en los primeros meses del año).

IMPACTO EN EL CRECIMIENTO

Páez, quien también es investigador de posgrado, explicó que en la medida que esta situación produce en la región que sea más barato importar, aumenta la competencia de la producción local de los países latinoamericanos.

Indicó que el caso «más clásico» es el sector manufacturero: «Toda la industria pasa a recibir directamente la competencia de la producción internacional», remarcó.

Un ejemplo de este mayor impacto de la producción internacional respecto a la latinoamericana se puede observar en el crecimiento de las importaciones que presentó la región.

Durante el primer trimestre de 2025, América Latina mostró un promedio de crecimiento de importaciones en volumen de aproximadamente 8 por ciento interanual, según datos de fines de junio de Container Trades Statistics.

Otro caso de esta situación es Temu, una plataforma china que logró llegar a 25 millones de usuarios activos mensuales en Brasil superando a Magazine Luiza y Aliexpress, según Globo.

En Perú, Temu alcanzó las 21,9 millones de visitas mensuales en 2024, según la Cámara Peruana de Comercio Electrónico, y en Colombia esta plataforma gestiona mensualmente alrededor de 2,2 millones de envíos, lo que equivale a más de 26,4 millones de paquetes anuales.

Mientras tanto, en Uruguay, sectores empresariales y productores locales ya han advertido sobre la situación. Según la Cámara de la Economía Digital del Uruguay, siete de cada 10 comercios registraron un impacto negativo en sus propias ventas por encima del 10 por ciento desde la llegada de la plataforma en 2024.

Por su parte, Páez explicó que la caída del dólar también promueve que sectores de ingresos altos en Latinoamérica empiecen a viajar más al exterior, lo que deteriora también la producción nacional al disminuir el consumo.

Según un informe de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) publicado el 30 de junio, el tráfico internacional medido en pasajero‑kilómetro operado por aerolíneas latinoamericanas creció 8,8 por ciento interanual en mayo 2025, una de las mayores tasas comparada con las otras regiones del mundo.

CAUSAS

En términos generales, Páez indicó que el principal factor que influyó en la caída del dólar es la política interna de EEUU.

«Pensemos que hace un año había dudas de cuál era el destino económico del nuevo Gobierno de EEUU. En un primer momento se había fortalecido al dólar. Pero en la víspera de la elección, ante la incertidumbre, los capitales se refugiaron en lo que consideraban seguro (fuera del mercado de EEUU). A partir de ahí, con la llegada de (Donald) Trump al poder y las nuevas medidas, el dólar comienza a caer», afirmó.

Ante la tensión comercial entre EEUU y China, los fondos de inversión volvieron a mirar a los países emergentes con la idea de aprovechar el diferencial de la tasa de interés, indicó.

«En América Latina se están aplicando las metas de inflación. Las autoridades determinan el objetivo de la inflación y en la medida que la dinámica de precios se aleja de ese objetivo, se aumenta la tasa de interés con la idea de reducir la demanda agregada y desacelerar la inflación», dijo.

Todo esta situación genera que exista una entrada de capitales a la región y una apreciación del tipo de cambio, sobre todo porque al aumentar la tasa de interés por encima de la referencia internacional, América Latina se vuelve un negocio interesante para quienes quieren hacer negocios financieros, explicó el experto.

Páez agregó que el caso «más fuerte» es Brasil, que tiene una tasa de referencia del 15 por ciento, una inflación cercana al 4,5 por ciento y una brecha con la tasa de interés de EEUU de casi 10 puntos.

«Los capitales financieros aprovechan ese diferencial para, estando en dólares, entrar a Brasil, convertir a reales, hacer alguna inversión bursátil, y de esa forma después volver a realizar la ganancia en dólares. Ese tipo de accionar está dando una lucratividad por lo menos de un 10 por ciento en dólares. Ese es el juego financiero, que es el verdadero foco de esta apreciación cambiaria por parte de las monedas latinoamericanas», resumió.

¿FACTORES ESTRUCTURALES?

El experto indicó que la caída del dólar no se debe a factores estructurales sino que «circunstanciales».

En el caso de los países latinoamericanos, mantener estructuralmente una tasa de interés local mayor a la internacional genera una «transferencia de ingresos regresiva y concentra el capital en manos de los que ya lo tienen», explicó el experto.

«Es socialmente bastante regresivo, e incluso en términos de perspectivas de crecimiento tiene varias consecuencias negativas», advirtió.

El experto dijo que es «muy pronto» para pensar en el largo o mediano plazo ya que existen «dudas» sobre lo que sucederá en EEUU.

A pesar de la «incertidumbre», Páez dijo que el escenario «más probable» es que la Reserva Federal termine aumentando la tasa de interés, lo que atraerá a los capitales internacionales por una mayor rentabilidad en los activos en dólares. Si eso sucede, consideró, aumentaría la demanda del dólar y dicha moneda volvería a apreciarse. En ese caso, los inversores retirarían sus fondos de los países latinoamericanos para llevarlos a EEUU.

Sin embargo, eso no es lo que quiere el presidente de EEUU, advirtió.

Según el experto, Trump prefiere una reducción de la tasa de interés para tener un ahorro de hasta 800.000 millones de dólares en la deuda pública. El mandatario ha afirmado que quiere designar un «presidente en la sombra» para la Reserva Federal debido a diferencias que mantiene con los funcionarios del organismo sobre las tasas de interés.

REACCIÓN DE LATINOAMÉRICA

Consultado sobre la reacción de los países latinoamericanos ante la caída del dólar, Páez indicó que la mayoría de los gobiernos acumularon reservas internacionales para ganar «holgura frente a la vulnerabilidad externa» con el objetivo de tener más condiciones para poder administrar el tipo de cambio.

No obstante, sostuvo que no es sostenible que las monedas de los países latinoamericanos sigan apreciándose y remarcó que esta situación se debe a los movimientos financieros especulativos de «corto plazo».

Frente al escenario «más probable», que es que la situación se revierta, Páez dijo que el estado económico de cada país latinoamericano dependerá de si generó un «colchón de reservas» internacionales.

Entre los países que tendrían una situación más «complicada» señaló a Argentina, que tiene un «régimen débil y necesita negocios con el FMI y ayudas financieras».

«Con cambios en el escenario, va a ser muy difícil que Argentina consiga refinanciar su deuda», sentenció.

Asimismo, Páez dijo que Bolivia es otro de los países que estarían en una «situación vulnerable» por su falta de acumulación de reservas y problemas en el acceso al crédito internacional.

Actualmente Bolivia registra una falta de liquidez de divisas por el fin de las exportaciones de gas natural a Argentina, lo que impide pagar a proveedores de combustibles, eleva el precio del dólar en el mercado negro de 6 a 12 bolivianos y provoca una «inflación de hecho» en el país.

Mientras tanto, Argentina, que es la mayor deudora del FMI, todavía debe a la entidad multilateral 54.620 millones de dólares, según cifras actualizadas al 31 de mayo.

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