En medio de crecientes fenómenos extremos que están poniendo en jaque a millones de personas en América Latina y otras regiones, Brasilia se convierte en el epicentro de un debate urgente: cómo fortalecer la resiliencia de los sistemas sanitarios frente a la crisis climática. La V Conferencia Mundial sobre Clima y Salud, que se celebra del 29 al 31 de julio, pretende articular soluciones concretas y compromisos firmes con vistas a su adopción en la próxima COP30, prevista para noviembre en la ciudad amazónica de Belém.
Un plan global con mirada sanitaria para la COP30
La conferencia, organizada por el Gobierno brasileño junto con la OMS y otros socios, tiene como eje central la elaboración de un Plan de Acción en Salud de Belém. Este documento aspira a ser una hoja de ruta para que los países integren la salud en las políticas climáticas, con propuestas para reducir emisiones, proteger a poblaciones vulnerables y mejorar la resiliencia del sector sanitario.
«El clima está sobrecargando los sistemas de salud», advirtió Tedros Adhanom Ghebreyesus, director de la OMS, quien participó por videoconferencia en la apertura del foro. Según explicó, este plan permitirá «proteger comunidades vulnerables» e impulsar sistemas bajos en carbono.
Emergencias sanitarias por fenómenos extremos
Durante el foro, el director de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Jarbas Barbosa, alertó de que en 2024, más de cinco millones de personas fueron afectadas por inundaciones en América Latina, y 1,2 millones más por la sequía, especialmente en Brasil y Colombia.
Estas condiciones, advirtió, agravan la inseguridad alimentaria, provocan malnutrición y cortan rutas esenciales para la atención médica en áreas remotas.
En este sentido, la ministra brasileña de Medioambiente, Marina Silva, recordó que «no se puede cuidar la salud en un planeta con fiebre», subrayando que es indispensable actuar también sobre las causas estructurales del calentamiento global, como las emisiones contaminantes.
Críticas a la inacción y llamados a la solidaridad
El ministro de Salud de Senegal, Ibrahima Sy, aprovechó el foro para lanzar una crítica a la falta de acción global. «Cada grado que aumenta la temperatura pone en dificultades todo el sistema de salud», aseguró. Sy instó a los países desarrollados a adoptar un enfoque más solidario y trabajar en soluciones colectivas.
Desde la organización de la COP30, Ana Toni, su directora ejecutiva, pidió acelerar la implementación de planes concretos de adaptación, recordando que la cita climática de noviembre en Belém será una plataforma clave para consolidar compromisos.
La Alianza Atach como plataforma de cooperación
El evento en Brasilia también servirá para reforzar la Alianza para la Acción Transformadora sobre el Clima y la Salud (Atach), una red voluntaria impulsada por la OMS que reúne a gobiernos, expertos y organizaciones para compartir buenas prácticas y fomentar la cooperación técnica.
El objetivo es que la propuesta final de la conferencia pueda ser presentada como iniciativa voluntaria en la COP30, sirviendo de base para acciones concretas en múltiples países.
Entre los patrocinadores del evento se encuentran los gobiernos de España y Reino Unido, así como fundaciones internacionales como Gates y Rockefeller, lo que refuerza la dimensión multilateral del encuentro.