En un comunicado, la ANAPROSS ha solicitado a todos sus miembros «adoptar un paro laboral manteniendo sus estaciones de servicio cerradas con el fin de exigir a las autoridades un clima seguro para todos», recoge Sputnik.
El pasado 9 de septiembre José Pablo Sylvain, vicepresidente de la asociación, fue asesinado en su coche en una localidad a unos once kilómetros al noroeste de la capital por un grupo de hombres armados que se desplazaban con motocicletas.
El cierre de las centenares de gasolineras de la ANAPROSS podría agudizar una crisis de combustible que sacude al país caribeño que agrava la crisis política y social.
La Empresa de Electricidad estatal ya ha advertido de los problemas que tiene para abastecer de combustible a sus centrales eléctricas, mientras las bandas han exigido un pago de 100.000 dólares (unos 85.000 euros) para permitir la distribución de combustible desde las terminales hasta la estaciones de servicio.
Los enfrentamientos que desde hace semanas se producen en la zona sur de Puerto Príncipe mantienen en jaque el suministro, ya que las principales terminales de la capital, Martissant, Thor y Varreux, no pueden repartir sus suministros.