«Joe Biden quiere venir a hablar con ustedes. Va a enviar a la puerta de sus casas a uno de sus amigos del estado policial, para anotar su nombre, su dirección, los nombres de su familia, sus números de teléfono, probablemente les pidan su número de la Seguridad Social y si se han puesto la vacuna o no», ha dicho Greene durante su intervención en una cena para recaudar fondos para el partido republicano en Alabama.
«Lo que no saben es que en el sur, a todos nos encantan nuestros derechos de la Segunda Enmienda, y no nos gustan mucho los extraños que aparecen en nuestra puerta, ¿verdad? Puede que no les guste la bienvenida que reciban», ha añadido haciendo referencia a esa cláusula de la Constitución de Estados Unidos que faculta el derecho a portar armas de fuego.
Las palabras de la polémica congresista tuvieron lugar a finales de julio durante una cena celebrada en Dothan, una ciudad en el sur del estado de Alabama. Las imágenes en las que Greene aparece profiriendo este tipo de sugerencias amenazantes se han filtrado este viernes a la prensa local.
No está claro si esos «amigos del estado policial» a los que hace Greene son los funcionarios de los equipos de respuesta de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) contra el aumento de la pandemia, o bien los voluntarios vecinales que en algunos estados con tasas bajas de comunicación fomentan entre sus vecindarios la inmunización.
Greene, quien llegó a comparar con el Holocausto las leyes obligando el uso de mascarilla para evitar más contagios y ha sido una de las más férreas defensoras de las teoría de la conspiración del expresidente Donald Trump, fue reprendida hace unos meses por el líder republicano del Senado Mitch McConnell, pues sus «mentiras locas» son «un cáncer» para el partido y el país.