El viceministro del Interior, Max Campos, ha confirmado la decisión del Ejecutivo, aunque ha matizado que la Policía y las Fuerzas Armadas seguirán teniendo presencia en las cárceles según sus competencias.
«Este momento, al finalizar el estado de excepción, y después de la reunión que se tuvo en el Gabinete de Seguridad, las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional continuarán, sin necesidad de que esté el estado de excepción, apoyando al Servicio Nacional de Atención Integral a las personas privadas de la libertad y adolescentes infractores (SNAI)», ha indicado Campos en radio Sonorama.
Los soldados y agentes de la Policía se mantendrán en el exterior de los centros, aunque tendrán la facultad de intervenir si se produce algún motín o actos de violencia en el interior.
El presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, decretó el pasado 18 de octubre el estado de excepción en las cárceles con el objetivo de «controlar» y «restablecer» su normal funcionamiento tras la oleada de violencia que se ha vivido en los últimos meses.
En base a esta medida, las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional estaban habilitadas para llevar a cabo controles de armas, inspecciones, patrullajes durante las 24 horas del día y requisiciones de droga, entre otras acciones.
El país atraviesa una crisis de seguridad que ha dejado varias masacres en centros penitenciarios del país y ha enfrentado a varias bandas. La última de ellas, en la Penitenciaría del Litoral, dejo 65 presos fallecidos, mientras que el número total de presos muertos en 2021 asciende a 327, en comparación con la cifra de 2020, cuando fueron 52.