La negociación, encabezada por el ministro del Interior, John Reimberg, reunió durante más de cuatro horas a representantes de los 58 cabildos indígenas de Otavalo. El acuerdo contempla la instalación de mesas técnicas territoriales para atender demandas locales en infraestructura, agua, salud y educación, además del traslado de 12 detenidos a la ciudad de Ibarra y la apertura inmediata de las carreteras.
El Gobierno confía en que este acuerdo marque “el inicio de la normalización” en Imbabura y facilite el abastecimiento de alimentos y combustibles tras semanas de bloqueo.
El paro deja una provincia paralizada, un tejido comercial dañado y un Gobierno obligado a ofrecer respuestas concretas
Un acuerdo parcial con divisiones internas
Aunque el pacto fue respaldado por organizaciones como la Federación de los Pueblos Kichwa de la Sierra Norte (FICI) y la Unorcac, la Conaie negó haber participado y denunció una “campaña de desinformación” para debilitar la unidad del movimiento indígena.
En varias comunidades, las bases expresaron descontento con sus propios líderes, a quienes acusan de ceder ante el Gobierno. En Otavalo, algunos dirigentes fueron increpados y golpeados tras el anuncio del acuerdo.
La falta de consenso interno amenaza con reavivar las protestas si el Gobierno no cumple lo pactado
Como garante del proceso, fue designado el párroco Cristian Andrade, de la iglesia de San Francisco de Otavalo, encargado de verificar el cumplimiento de los compromisos asumidos por ambas partes.
El subsidio al diésel, el detonante de la crisis
El origen del conflicto radica en la decisión del presidente Daniel Noboa de eliminar el subsidio al diésel, medida que provocó un aumento inmediato en los costes del transporte y de la producción agrícola. Las organizaciones indígenas reclaman que, sin compensaciones adecuadas, la decisión “golpea a los sectores más vulnerables”.
Uno de los dirigentes planteó que el Gobierno congele el precio del combustible como solución temporal y que abra una mesa nacional para revisar los mecanismos de subsidio con criterios de equidad social.
El fin del paro no pone fin al conflicto: el precio del diésel sigue siendo una línea roja para las comunidades
Impacto económico y social en la región
El paro prolongado afectó al comercio, al transporte y al turismo en Imbabura, especialmente en Otavalo e Ibarra, donde se reportaron pérdidas millonarias y escasez de alimentos. Los agricultores denunciaron que no pudieron vender sus cosechas ni acceder a mercados regionales.
Situación en Imbabura antes y después del acuerdo
Aspecto | Antes del acuerdo | Tras el acuerdo |
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Estado de las vías | Bloqueadas por más de 20 días | Totalmente reabiertas |
Comunidades participantes | 58 cabildos en paro activo | Acuerdo con el Gobierno, supervisado por la Iglesia |
Detenidos | Más de una docena por incidentes en protestas | 12 trasladados a Ibarra |
Organización nacional (Conaie) | En desacuerdo con el diálogo | Se mantiene al margen del pacto |
Actividad económica | Comercio y turismo paralizados | Reactivación paulatina del sector |
Un respiro para Noboa, un desafío para el diálogo nacional
El acuerdo en Imbabura representa una tregua política para el Gobierno de Daniel Noboa, pero no una victoria definitiva. La fractura con la Conaie y el malestar social por el encarecimiento del combustible anticipan nuevas tensiones si las mesas técnicas no producen resultados visibles.
El Ejecutivo ecuatoriano busca ahora replicar este modelo de diálogo en otras provincias afectadas por las protestas, con la esperanza de construir consensos locales que eviten un nuevo estallido nacional.