El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, prepara una orden ejecutiva que suspenderá la concesión de ciertos visados de trabajo temporales hasta que termine 2020 para impulsar así el empleo a nivel interno.
La orden incluye los visados H-1B, H-2B, H-4, L-1 y algunos J-1. Los visados H-1B son los más numerosos e atañen a trabajadores cualificados, empleados mayoritariamente en la industria tecnológica y que pueden pasar varios años trabajando en el país.
Los visados H-2B atañen a temporeros y los H-4 a maridos y mujeres de trabajadores con visado H-1B. Los visados J-1 son para investigadores y académicos y los L-1, para ejecutivos de empresas que son destinados a Estados Unidos. Cada año se conceden unos 300.000 visados J-1, según el Consejo Americano sobre Inmigración.
Un alto cargo ha destacado que estas restricciones facilitarán la contratación de más de medio millón de trabajadores que están ya en el país y ha explicado que Trump ha pedido preparar una reforma más a largo plazo del sistema de inmigración.
En concreto pretende impulsar un sistema que reconozca el mérito y otorgue visados H-1B a los trabajadores que reciban ofertas de empleo con salarios más altos. Además busca acabar con las lagunas que permiten a las empresas subcontratar tareas a trabajadores extranjeros.
Entre las excepciones contempladas a esta restricción está la de los tarbajadores «esenciales para la cadena de suministro alimentaria» del país o los que «satisfagan un interés nacional» conforme al criterio de las autoridades federales.
Esta medida es una concesión a los republicanos y a los congresistas contrarios a la inmigración que habían pedido más dureza para proteger el empleo de los estadounidenses en un momento delicado de la economía, afectada por el coronavirus.