La Unión Europea ha actualizado sus orientaciones para cumplir las sanciones comunitarias contra Nicaragua a la hora de proporcionar ayuda puramente humanitaria, de tal forma que los países del bloque pueda hacer llegar asistencia médica en el contexto de la lucha contra la pandemia de coronavirus.
Las orientaciones aclaran las responsabilidades y los procesos para prestar ayuda con el fin de facilitar las actividades de los operadores humanitarios en Nicaragua, así como la canalización de equipos y asistencia para luchar contra la pandemia.
Con estas directrices, la UE busca reducir, en la medida de lo posible, las consecuencias negativas de las sanciones comunitarias para la población civil de Nicaragua, uno de los países sobre los que pesan uno de los cuarenta planes de sanciones.
«Las sanciones de la UE desempeñan un papel crucial a la hora de perseguir a los responsables de violaciones del Derecho internacional, violaciones de los derechos humanos y el flujo de armamento hacia zonas de guerra, y a quienes socavan los procesos de paz. Pero, sobre todo, están pensadas para proteger a los más vulnerables», ha indicado el Alto Representante de la UE para Política Exterior, Josep Borrell.
Según ha defendido el responsable de la diplomacia europea, las sanciones de la UE están en consonancia con el Derecho internacional y contemplan excepciones, de modo que la ayuda humanitaria pueda llegar a los más necesitados. «La nota orientativa de hoy brinda la orientación necesaria a los operadores humanitarios en estos tiempos difíciles», ha señalado.
Estas orientaciones sobre ayuda humanitaria se suman así a las ya establecidas sobre Irán, Siria y Venezuela, países en los que la UE fijó normas especiales durante la primera oleada de la enfermedad.