La pandemia de coronavirus y su crisis económica derivada provocará que varias economías de América Latina sigan una senda de recuperación «frágil y muy gradual», dadas sus limitaciones estructurales y los escasos márgenes existentes para adoptar políticas de estímulo adicionales, de tal forma que, según las previsiones más recientes y para muchas de las economías, no se recuperarían los niveles de actividad anteriores a la crisis sanitaria hasta 2022, según se desprende de un informe publicado por el Banco de España.
El análisis detalla que el desplome de la actividad económica se ha producido a pesar de que las autoridades económicas respondieron a la pandemia de forma «rápida y contundente», desde un punto de visto fiscal y monetario, siendo en la mayoría de los casos respuestas de mayor magnitud que las observadas durante la crisis financiera de 2008.
En concreto, el Producto Interior Bruto (PIB) de América Latina registró una caída superior al 14% en el segundo trimestre del año, con variaciones notables entre países como Perú, que se contrajo más de un 27%, o Brasil (-9,7%), en el marco de la pandemia de coronavirus y sus impactos adversos sobre la economía de la región.
Así, los gobiernos de Brasil, Chile, Colombia y Perú han desplegado medidas fiscales equivalentes a un rango que oscila entre el 7% y el 12% del PIB, mientras que, por otro lado, Argentina y México han recurrido a este tipo de actuaciones en una menor medida.
En lo relativo a la política monetaria, el informe apunta que los bancos centrales de la región han recortado los tipos de interés hasta niveles mínimos históricos, además de adoptar medidas de apoyo al crédito bancario, suministro de liquidez en moneda local y extranjera y el establecimiento de programas de compra de activos.
«El impacto negativo sobre la actividad económica en América Latina de la pandemia de Covid-19 ha sido muy intenso en los últimos meses, lo que ha llevado a que los analistas proyecten en 2020 una contracción del PIB de una magnitud sin precedentes desde que hay datos disponibles», apostilla el texto.
La previsión es de una caída de en torno al 8% en 2020, más severa que la registrada en 2010 (entre un -2% y un -3%).
Las autoridades de algunos países del continente, en un entorno en el que parece haberse observado cierta estabilización reciente en el ritmo de difusión de la pandemia, han comenzado a aliviar las medidas de contención, señala el Banco de España. De este modo, cabe esperar que las principales economías de la región registren tasas de crecimiento positivas en los próximos trimestres.
No obstante, añade el informe, estas previsiones están sometidas a un «notable grado de incertidumbre» sobre la evolución futura de la pandemia, tanto en América Latina como en el resto del mundo, y sobre la severidad de las medidas de restricción de la actividad que pueda ser necesario reintroducir en los diferentes países.