El Producto Interior Bruto (PIB) de Colombia registró una contracción histórica del 6,8% interanual en el año 2020, frente al crecimiento del 3,3% del año anterior, lo que supone la mayor contracción en la economía andina desde el inicio de los registros en 1975.
El desplome de la economía colombiana se ha debido al impacto de la pandemia en las actividades de construcción, comercio, hostelería y explotación de minas y canteras, que registraron caídas históricas, según datos publicados este lunes por el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE).
El director general del DANE, Juan Daniel Oviedo, ha explicado que a lo largo del año las actividades mencionadas explicaron un impacto negativo de 5,8 puntos porcentuales sobre el indicador.
La caída está en línea con la previsión realizada por el Ministerio de Hacienda y Crédito Público y ha sido más leve de lo estimado por algunos organismos como la OCDE, el FMI, el Banco Mundial o la Cepal.
En 2020, las actividades relacionadas con la explotación de minas cayeron un 15,7%, la construcción se desplomó un 27,7%, mientras que los sectores de comercio, transporte, alojamiento y servicios de comida cayeron un 15,1% y las actividades artísticas, de entretenimiento y recreación se contrajeron un 11,7%.
En contraposición, en términos interanuales crecieron las actividades agricultura (2,8%), financieras (2,1%), inmobiliarias (1,9%) y Administración pública y defensa, educación y salud (1%).
Por su parte, la demanda final interna cayó un 7,6% en 2020, frente al 4,1% del año anterior. El consumo final cayó 4,1%, la formación bruta de capital se redujo 21,2%, frente al 3,6%, las exportaciones retrocedieron un 17,4% y las importaciones cayeron un 18%.
En el cuarto trimestre, el PIB se contrajo un 3,6% en tasa interanual. Al igual que en el periodo acumulado, la construcción (-27,7%), la explotación de minas y canteras (-19,3%), las actividades artísticas (-7,3%) y el comercio y la hostelería (-6,6%) fueron la explicación de gran parte de la caída de la economía.
Asimismo, la agricultura fue la actividad que registró un mejor comportamiento, con un crecimiento del 3,4%. También se expandieron las actividades financieras y de seguros (2,9%), la Administración pública y las actividades inmobiliarias (1,8%)
No obstante, el dato del último trimestre del año mejora a los registrados en el tercer trimestre (-8,5%) y en el segundo (-15,8%). Intertrimestralmente, la velocidad de recuperación entre el segundo y el tercer trimestre avanzó a un ritmo del 9,4%, mientras que entre el tercero y el cuarto fue del 6%.
Entre octubre y diciembre, la demanda interna cayó un 3,5%, debido a una contracción del 0,8% en el gasto de consumo final y una caída de la formación bruta de capital del 17,1%. Las exportaciones (-20,9%) y las importaciones (-15,6%) también mostraron un comportamiento negativo.