Pese a no tener un número de afectados similares a Europa o China, las restricciones en vuelos internacionales, el cierre de fronteras de algunos países, las cuarentenas a las que la ciudadanía se ha visto sometida y el desplome de los precios del petróleo han provocado estragos económicos en países como Brasil, Argentina, Colombia o Chile.
Antes de la crisis del Covid-19, las previsiones de crecimiento para Latinoamérica, excluyendo Venezuela, eran del 1,8%, según un informe del Fondo Monetario Internacional (FMI).
En concreto, la entidad señalaba como factores de debilidad de la región el bajo nivel de inversión en los países, el poco crecimiento de la productividad y un ambiente «débil» o poco propenso a los negocios, así como la baja calidad de las infraestructuras.
Para combatir la pandemia, los países del continente han tomado diferentes medidas en busca de soluciones para aliviar sus respectivas economías, garantizar la producción, los puestos de trabajo y salvar sus monedas, entre otras medidas.
En medio de la negociación de su deuda, la cual fue cifrada en 68.843 millones de dólares (60.532 millones de euros), el país dirigido por Alberto Fernández ha adoptado una serie de medidas enfocadas en la emisión de créditos y a la población más vulnerable.
El país es uno de los más afectados por la crisis del coronavirus, puesto que, desde que apareció el primer caso de brote vírico en el país, sus empresas perdieron 6.385 millones de dólares (5.886 millones de euros) en valor, según informaba el diario ‘Clarín’.
En concreto, el ministro de Desarrollo Productivo de Argentina, Matías Kulfas, ha anunciado la movilización de un plan de créditos por un valor de 350.000 millones de pesos argentinos (5.051 millones de euros), financiados por el Gobierno y bancos privados, con el objetivo de inyectar liquidez en pequeñas y medianas empresas.
Así, el Gobierno pretende evitar el colapso de la cadena de producción y una caída en el empleo ante las nuevas restricciones a comercios derivadas de la crisis del brote vírico.
Por otra parte, el ministro de Desarrollo Social de la Nación, Daniel Arroyo, anunció que el país destinará un bono de 3.000 pesos argentinos (43 euros) durante este mes a los colectivos vulnerables, con el objetivo de preservar a la población más pobre.
A la espera de la decisión sobre si el país recortará sus tipos de interés, también ha desplegado una serie de acciones con las que hacer frente a la crisis del Covid-19.
Así, el Ministerio de Economía, dirigido por Paulo Guedes, anunciaba la inyección de 147.300 millones de reales brasileños (26.705 millones de euros) durante los próximos tres meses para combatir el virus.
En concreto, se destinarán hasta 83.400 millones de reales (15.140 millones de euros) a la población más vulnerable, un total de 59.400 millones de reales (10.778 millones de euros) al mantenimiento de puestos de trabajo y al menos 4.500 millones de reales (816 millones de euros) a la lucha directa contra la pandemia.
«Con el objetivo de combatir los impactos causados por el nuevo coronavirus, anunciamos la liberalización de 147.300 millones de reales brasileños, que serán destinados a la atención de las personas más vulnerables, preservar puestos de trabajo y reforzar la salud, entre otras acciones», explicó el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, en su cuenta de Twitter.
Asimismo, el Banco Central de Brasil ha adoptado una medida que no se tomaba desde la crisis de 2008 y es la recompra de bonos soberanos en manos de los bancos del país.
La Bolsa de Sao Paulo ha sido una de las más resentidas en los últimos días con la pandemia del coronavirus y la caída de los precios del petróleo, puesto que ha llegado a registrar cinco ‘circuit breaker’ o suspensiones de la actividad temporal en el mes de marzo.
Si bien la Administración de Andrés Manuel López Obrador no ha adoptado un gran plan de choque contra el coronavirus, la volatilidad en el cambio del dólar con el peso mexicano ha registrado resultados históricos.
De este modo, el peso ha llegado a alcanzar las 24 unidades por cada dólar estadounidense, tocando un máximo de 24.1178 en operaciones internacionales y una depreciación del 30,2%.
Debido a ello, la Comisión de Cambios del país ha anunciado la subasta de 2.000 millones de dólares (1.845 millones de euros) de coberturas cambiarias liquidables en moneda nacional, con el objetivo de inyectar liquidez al mercado de divisas.
El Banco Central de Chile decidió recortar el lunes los tipos de interés en 75 puntos básicos, hasta el 1%, e implementar un conjunto de medidas adicionales orientadas al «buen funcionamiento» del mercado financiero.
«El escenario macroeconómico que enfrenta la economía chilena ha tenido un rápido y significativo deterioro producto de la expansión global del Covid-19 y las turbulencias financieras asociadas, lo que está afectando negativamente a la economía, impactando a hogares y empresas», explicaba el organismo en un comunicado.
Al mismo tiempo, el ministro de Hacienda de Chile, Ignacio Briones, afirmó que el impacto que la pandemia va a tener sobre el país va a ser «potente, pero transitorio».
A su vez, el ministro de Economía, Fomento y Turismo chileno, Lucas Palacios, señaló que el Gobierno estaba disponiendo de todos los medios legales para evitar abusos y especulación de precios en algunos productos básicos.
El Banco de la República de Colombia anunció ayer la subasta de 1.000 millones de dólares norteamericanos (909 millones de euros) para intervenir en el mercado de divisas, después de que el peso colombiano registrara su mayor caída en mercados emergentes durante el mes de marzo.
Esta subasta se repartirá en contratos de derivados a 30 días llamados contratos a plazo sobre divisas no entregables, o NDF (por sus siglas en inglés), y no venderá directamente reservas, según explicó el director general del banco, Juan José Echavarría.
Colombia tiene en torno a 54.000 millones de dólares (49.161 millones de euros) en reservas internacionales, así como una línea de crédito flexible de 11.000 millones de dólares (10.014 millones de euros) con el Fondo Monetario Internacional.
Asimismo, el país ha asegurado que mantendrá la provisión de recursos para el sistema de salud, beneficios para los sectores más vulnerables de la población y la puesta en marcha del nuevo sistema de devolución del IVA a los más vulnerables, para que desde abril tengan acceso a dicho beneficio.
El país andino desplegó una movilización de 265 millones de soles peruanos (67 millones de euros) para enfrentarse a la enfermedad.
En concreto, se destinaron 100 millones de soles (25,5 millones de euros) al Ministerio de Salud y 165 millones de soles (43,1 millones de euros) al Ministerio de Educación para el mantenimiento de los colegios.
Otras medidas del Ejecutivo han sido la prórroga en la Declaración Anual del Impuesto a la Renta para personas físicas y micro, pequeñas y medianas empresas. La ministra de Economía del país, María Antonieta Alva, ha precisado que el nuevo cronograma para los contribuyentes será del 24 de junio al 9 de julio de este año.
Por su parte, la ministra de Trabajo y Promoción del Empleo, Sylvia Cáceres emitió una norma para facilitar la modalidad del teletrabajo y el adelanto de vacaciones en determinados casos.
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El coronavirus pone en jaque a la economía latinoamericana
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