El Ministerio de Ciudadanía de Brasil ha informado este miércoles de que no puede hace frente al segundo pago del subsidio de 600 reales (unos 100 euros) a los trabajadores informales, tal y como había anunciado, debido a la falta de fondos, por lo que será necesario aprobar un crédito suplementario.
Las autoridades del ministerio han explicado que el desembolso de cada uno de los tres pagos previstos por el Gobierno tiene un valor de 32.700 millones de reales (5.500 millones de euros) y que ya fueron transferidos a la Caja Económica Federal, la encargada de gestionar la entrega de los subsidios, 5.300 millones.
Sin embargo, apunta la cadena O Globo, doce millones de trabajadores informales todavía no han recibido el primer pago de la ayuda, que tiene un alcance de casi 31 millones de personas en esta situación laboral, lo cual supone un dispendio de 59.800 millones de reales (unos 10.400 millones de euros).
A través de un comunicado, el Ministerio de Ciudadanía ha explicado que «debido al alto número de trabajadores informales registrados» y con «la premisa del Gobierno de no dejar a nadie atrás, es imprescindible solicitar un crédito suplementario para poder hacer frente a las necesidades de todos».
En ese sentido, continúa el texto, Ciudadanía ha emitido «una nota técnica» y ha solicitado a Economía «una previsión para un suplemento presupuestario lo más rápido posible», por lo que «por factores presupuestarios legales», así como «por el alto número de solicitudes que están siendo analizadas», ha dicho, «no pueden legalmente» hacer el segundo pago de esta ayuda.
Propuesta por el Gobierno del presidente, Jair Bolsonaro, para ayudar a los casi 31 millones de trabajadores informales de Brasil, uno de los sectores laborales más perjudicados por las medidas de aislamiento social decretadas para hacer frente al avance del Covid-19, fue el Congreso quien amplió la cuantía del subsidio a 600 reales tras considerar que los 200 previstos (35 euros) en un primer momento eran insuficientes.
Brasil, que en su último balance ha alcanzado los 45.757 positivos y 2.906 muertes, tiene previsto anunciar para la próxima semana un nuevo plan para relajar las medidas de distanciamiento social y reiniciar de la economía del país, una de las grandes obsesiones de Bolsonaro, crítico con las políticas de cuarentena y aislamiento pues amplían la crisis económica y las listas de desempleo.