Brasil ha eliminado las tasas de importación de revólveres y pistolas, que hasta ahora se situaban en un 20 por ciento del valor del producto, según consta en el Diario Oficial de la Unión.
La medida, que entrará en vigor en enero, no se aplicará a algunos tipos de armas, como las pistolas lanzacohetes o las de aire comprimido o gas.
Al anular el impuesto a la importación, el Gobierno brasileño ha incluido a pistolas y revólveres en una lista de excepciones para productos con aranceles diferentes a los establecidos por los otros países que conforman MERCOSUR –Argentina, Uruguay y Paraguay–.
La alianza adopta un arancel externo común (TEC) para una serie de bienes, pero existe la posibilidad de que un país miembro tenga una lista de excepciones, con valores diferentes.
Desde el inicio de su mandato, en 2019, el presidente brasileño, Jair Bolsonaro, ha tomado medidas para facilitar la propiedad y posesión de armas por parte de la población, tal y como prometió en su campaña electoral.
En agosto, la Policía de Brasil formalizó la autorización a los ciudadanos para comprar hasta cuatro armas, prevista en un decreto gubernamental publicado en 2019. En Brasil, depende de la Policía emitir un registro de arma de fuego.
También, en abril, Bolsonaro revocó tres ordenanzas sobre rastreo, identificación y marcado de armas y municiones, según ha recordado el portal de noticias G1.