La zona «vive una de sus peores crisis humanitarias en los últimos 20 años», ha asegurado el grupo en un comunicado. Según MSF, después de los Acuerdos de Paz de 2016, las zonas que antes controlaba un solo grupo armado están ahora en disputa, lo que da pie a constantes enfrentamientos.
La organización estima que en la región del triángulo del Telembí, integrada por los municipios de Barbacoas, Magüí Payán y Roberto Payán, 21.106 personas se han visto desplazadas y más de 6.000 han tenido que confinarse en sus casas por la inseguridad y las amenazas de los grupos armados durante el primer semestre del año.
Según ha detallado el coordinador del proyecto de MSF en la zona, Luis Ángel Argote, cientos de familias han acudido a los albergues que las alcaldías han habilitado en el triángulo del Telembí.
«Vemos hacinamiento, así como condiciones precarias de vida: en muchos no hay acceso al agua, así como tampoco a comida ni medicamentos», ha asegurado Argote.
PROBLEMAS DE SALUD
El acceso al agua es uno de los problemas más importantes. Según la ONG, las cinco enfermedades más comunes en la zona están relacionadas con esta carencia. Son malaria, dengue, diarreas, enfermedades de la piel e infecciones de las vías respiratorias, que además se han visto agravadas por la COVID-19.
A todas estas carencias físicas se une además el impacto psicológico de la violencia y la inseguridad constantes. Las familias sienten «temor, angustia, frustración e impotencia», según ha asegurado el equipo de salud mental de MSF, que ha avisado de que una elevada exposición al conflicto armado puede impactar seriamente la salud mental de la población.
El organismo trabaja con los hospitales locales, suministrando ‘kits’ de higiene y atendiendo pacientes, pero ha lamentado que el esfuerzo de la organización y de otras agencias humanitarias en la región «sigue siendo insuficiente».
«Los estándares de calidad están muy lejos de lo que debería ser una respuesta humanitaria», ha explicado el jefe de misión de MSF en Colombia, Jaume Rado.
Según el medio colombiano ‘El Espectador’, a pesar de los esfuerzos de los militares por recuperar el control de la zona, el 70 por ciento de las familias desplazadas ha dicho que no volverá a sus casas por temor a las amenazas de los grupos armados.