La reconstrucción de este proceso de paz con los grupos paramilitares pasa por devolver a los campesinos todas las tierras que de una u otra forma han quedado en manos de testaferros, políticos y otro tipo de organizaciones, ha explicado Petro en un acto de restitución de terrenos en Montería, en el Caribe colombiano.
«Devolvérsela al pueblo campesino que fue víctima, para resarcir, para lograr el perdón social, para que (…) se convierta en una nueva revolución para Colombia, la revolución de la vida y la revolución de la paz», ha expresado.
El Gobierno ha hecho oficial la entrega de más de 8.430 hectáreas de tierras, casi todas ellas en manos hasta ahora de jefes paramilitares, en este acto en el que ha estado presente Salvatore Mancuso, antiguo líder de las ya disueltas Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), al que se ha invitado a negociar la paz.
Petro se ha dirigido a él para adelantarle que se pondrán en marcha los mecanismos oportunos para nombrar como «gestores de paz» a sus antiguos compañeros de armas y «ayuden en este proceso» para encontrar «los caminos del entendimiento y de la paz», según informa Caracol Noticias.
El propio Mancuso ha pedido disculpas y ha lamentado que durante muchos años creyera que portar un arma fuera la solución. «Estaba profundamente equivocado. Todos perdimos en la guerra. Nadie salió vencedor. Frente a ustedes, víctimas, les pido perdón desde lo más profundo de mi corazón», se ha disculpado.
En febrero de 2024, Mancuso, en calidad de gestor de paz, llegó finalmente a Colombia tras cumplir una condena por narcotráfico y dos años de reclusión a la espera de que se solucionara su extradición. Tras pasar tres meses encarcelado en Colombia, en mayo un tribunal le concedió la condicional a cambio de seguir colaborando con las autoridades a fin de resarcir a las víctimas.
Mancuso, conocido como ‘Triple Cero’ durante su pasado armado, fue condenado a 40 años de cárcel por la masacre de El Aro –ocurrida en octubre de 1997, cuando fueron asesinadas 15 personas y un número indeterminado tuvo que abandonar sus hogares–, aunque no la llegó a cumplir por sumarse al mecanismo Ley de Justicia y Paz, promovido por el expresidente Álvaro Uribe para desmovilizar a paramilitares.
En 2008, tres años después de la disolución de las AUC, Mancuso fue extraditado a Estados Unidos donde cumplió una pena por delitos de narcotráfico hasta 2020. Además de la masacre de El Aro, ha reconocido haber participado en al menos 300 asesinatos. Su vuelta a Colombia marcó un momento significativo en la historia del país tras ser determinante en la desmovilización de paramilitares en los años 2000.