Según ha considerado Piñera, se trata de «un mejor proyecto», en el que propone que se pueda retirar una cantidad máxima con cargo a las cuentas individuales de los cotizantes de 150 unidades de fomento (unos 5.100 euros) y un mínimo de 35 unidades de fomento (unos 1.200 euros). Esta iniciativa, además, busca que los «cotizantes pertenecientes al 10 por ciento de más altos ingresos del país» paguen impuestos por la retirada.
Por otro lado, se otorgarán 200.000 pesos (unos 230 euros) a quienes no cuenten ya con ahorros provisionales por los anteriores retiros y, como medida de reintegración, se incrementará la cotización mensual un 2 por ciento –un uno por ciento a cargo del trabajador y el otro uno por ciento a cargo del Estado–, con lo que se prevé que aumenten un 20 por ciento los fondos actuales, recoge ‘La Tercera’.
Piñera ha criticado «el clima de exceso de populismo y demagogia» que según él atraviesa el país, por lo que ha indicado que este lunes enviará al Congreso «con la máxima urgencia» esta alternativa al proyecto aprobado por el Congreso, ya que «solucionar los problemas» de este último.
El viernes pasado la Cámara de Diputados de Chile aprobó por amplia mayoría el proyecto de ley, sin embargo, queda pendiente que obtenga luz verde por parte del Tribunal Constitucional, ya que Piñera ha intentado frenarlo porque a su juicio es «anticonstitucional» y «atenta contra la calidad de vida de los chilenos en esa etapa que tal vez es la más importante de sus vidas: la vejez».
