En este contexto, el director financiero de la empresa, Rodrigo Araujo, ha confirmado la distribución de un dividendo de 6,73 reales por acción.
La facturación del grupo alcanzó los 312.601 millones de reales brasileños (59.111 millones de euros), un 58,8% más en términos interanuales; al tiempo que los costes operativos escalaron hasta los 10.557 millones de reales (1.997 millones de euros), un 50,4% menos.
Por tipo de productos, el diésel se consolidó como el de mayores ventas, por valor de 91.478 millones de reales (17.294 millones de euros), un 60% más; seguido de la gasolina, que registró ventas por valor de 40.591 millones de reales (7.671 millones de euros), un 59,1% más.
En términos geográficos, Europa se consolidó durante el segundo trimestre como el principal mercado de la empresa en el contexto de la guerra en Ucrania, con una cuota del 39%; seguida de Latinoamérica (24%) y China, que habitualmente es el principal mercado de la petrolera, se anotó una cuota del 15%, frente al 38% del primer trimestre.
El resultado bruto de explotación (Ebitda) ajustado se situó en los 175.970 millones de reales brasileños (33.242 millones de euros), un 58,7% más. Por su parte, la deuda neta de la compañía expresada en dólares cerró el segundo trimestre en 34.435 millones (33.706 millones de euros), un 35% menos que el año pasado.
En lo que respecta a los resultados entre abril y junio, el beneficio neto alcanzó los 45.039 millones de reales (8.505 millones de euros), un 10,1% más que durante el mismo periodo del año anterior; mientras que la facturación creció un 54,4%, hasta los 170.960 millones de reales (32.289 millones de euros).
