«Condenamos de la manera más clara y enérgica esta movilización de carácter fascista y golpista que ha amenazado los tres poderes del Estado en Brasil», afirmó en la sesión el secretario general del organismo, Luis Almagro, quien resaltó que no se trata «de un evento aislado».
Almagro señaló que las instituciones brasileñas ya dieron respuesta efectiva a la situación, y expresó la solidaridad y apoyo de la OEA al presidente Luiz Inácio Lula da Silva, los demás poderes del Estado y el pueblo de Brasil.
«Cuando la democracia está amenazada, como lo demuestra la asonada del domingo anterior en Brasilia, nos corresponde a todos actuar de manera inmediata y firme para defenderla y promoverla investigando, denunciando y determinando responsabilidades, de todos, instigadores, financistas y responsables intelectuales», añadió.
La sesión extraordinaria del miércoles fue solicitada por las misiones permanentes de Antigua y Barbuda, Canadá, Chile, Colombia, Ecuador, Estados Unidos, Guatemala, Honduras, Panamá, Perú, República Dominicana, Uruguay y la Secretaría General, tras los «actos antidemocráticos» en Brasil.
El domingo, cientos de simpatizantes del expresidente Jair Bolsonaro (2019-2022) invadieron las sedes del Congreso Nacional, la Presidencia y el Tribunal Supremo, reclamando una intervención militar para derrocar al Gobierno de Luiz Inácio Lula Da Silva, que asumió el 1 de enero.
Los manifestantes violentaron las barricadas, atacaron a efectivos de seguridad, rompieron puertas y ventanas y ocuparon parte del edificio y los techos del Palacio de Planalto, sede del Ejecutivo.