«El funcionario de justicia electoral busca conocer si hubo pago de transporte y viáticos para los manifestantes y quiénes estuvieron detrás de la organización del evento», según el medio.
También quiere investigar si las manifestaciones fueron espontáneas o si existió contenido electoral.
El 7 de septiembre, el presidente brasileño participó en manifestaciones de carácter antidemocrático y en sus discursos atacó al Supremo Tribunal Federal, llegando a decir que no acataría sus decisiones.
El presidente del Supremo, Luiz Fux, criticó el pasado miércoles los ataques Bolsonaro a la corte y sus jueces y advirtió que nadie la cerrará.
«Nadie, nadie», repitió de forma enfática, «cerrará esta corte; la mantendremos en pie, son sudor, perseverancia y valentía; en el ejercicio de su papel el Tribunal Supremo Federal no se cansará de pregonar fidelidad a la Constitución», dijo en un discurso televisado.
El enfrentamiento de Bolsonaro con los jueces y sus amenazas afectaron a los mercados, por lo que el mandatario luego emitió una nota en la que afirmó que respeta la separación de poderes y que su intención nunca fue atacar.