Conforme informaron medios regionales como UOL o Globo, el juez del STF, Alexandre de Moraes, requirió a la plataforma digital que en el pasado respondía al nombre de Twitter «que detenga de forma inmediata el uso de sus recientes accesos a través de los servidores CDN Cloudfare, Fastly y Edgeuno y otros parecidos, diseñados para eludir la orden judicial de bloqueo de la plataforma en el país, bajo la amenaza de una multa diaria de cinco millones de reales».
Como X no cuenta con representante legal en Brasil, se emitió la decisión en forma de «aviso de intimación».
En diversas ocasiones, la compañía de Musk fue multada por no eliminar material ni bloquear cuentas a solicitud de la Corte Suprema, y por haber renunciado a su asesoría legal en Brasil, hecho que provocó la interrupción del servicio de la plataforma el 31 de agosto pasado.
La noche anterior, bastantes usuarios lograron acceder a X sin necesidad de usar una VPN, un servicio de red privada virtual que establece una conexión privada entre dispositivos a través de Internet. Hasta el exmandatario Jair Bolsonaro (2019-2022) se dio la oportunidad de enviar un mensaje a sus seguidores.
Posteriormente se descubrió que X cambió su alojamiento a una IP nueva, con la que evadió la restricción impuesta por las compañías telefónicas en Brasil.
Moraes afirmó que la plataforma X -bajo la dirección directa de Elon Musk- busca, una vez más, desacatar la autoridad del Poder Judicial brasileño, ya que Anatel detectó las tácticas empleadas para incumplir la orden judicial emitida en el caso, incluso con recomendaciones sobre las acciones a tomar para mantener la suspensión.
La suspensión que pesa sobre X podría ser eliminada una vez que la compañía abone las sanciones y designe a un representante legal en Brasil, como dictamina el fallo judicial del STF.