La FIFA había amenazado a la CBF con sanciones si la intervención de la federación conducía a la elección de un nuevo presidente. Las sanciones habrían incluido la suspensión inmediata de la selección nacional y de todos los equipos de clubes de todas las competiciones internacionales.
En diciembre, un tribunal del estado de Río de Janeiro destituyó a Rodrigues de su cargo de presidente de la CBF. Se le acusaba de irregularidades electorales que supuestamente propiciaron su elección en 2022.
Según la sentencia judicial, debería haberse elegido un nuevo presidente en un plazo de 30 días. El Tribunal Supremo lo ha impedido con su decisión.
El fallo provisional del juez Gilmar Mendes afirmaba que existía un «claro riesgo de perjuicio». Para evitar ese daño, era necesario adoptar una medida cautelar.
En sus estatutos, la FIFA niega la injerencia de organismos estatales, y por tanto también la sentencia de diciembre del tribunal de Río de Janeiro.
En caso de suspensión, todos los oficiales y árbitros serían también vetados de los partidos internacionales y de los organizadores.
Está previsto que una delegación de la FIFA se reúna con José Perdiz, que asumió el cargo de forma interina, y Ednaldo Rodrigues la próxima semana, entre el 8 y el 10 de enero.