Al igual que en aquella ocasión, los críticos consideran que el texto no solo dificultaría la retirada de contenido falso, sino que también supondría una injerencia directa en la forma en que las redes sociales gestionan y moderan los contenidos que se publican en su plataformas.
Sin embargo, desde la Secretaría de Comunicación del Gobierno sostienen que la propuesta asegura «libertad y transparencia en las redes sociales», además de garantizar el derecho de los ciudadanos a acceder a las redes sociales.
«Hasta la fecha no existen reglas bien definidas que exijan una clara justificación para la exclusión de contenidos y cuentas en las redes sociales. Sin claridad sobre los criterios de exclusión y suspensiones, existe la posibilidad de acciones arbitrarias y violaciones al derecho a la libre expresión «, seña la propuesta que Bolsonaro ha presentado este fin de semana ante el Congreso.
«La medida no impide la retirada de contenidos y perfiles, solo combate exclusiones arbitrarias, injustificadas y dudosas, que perjudican a los brasileños y sus libertades», explica por su parte, la Secretaría de Comunicación, cuenta el diario ‘O Globo’.
La semana pasada, el presidente del Senado, Rodrigo Pacheco, decidió no pasar a trámite la medida provisional sobre rede sociales firmada por Bolsonaro, entre fuerte críticas de la oposición y la sociedad civil, así como de la Fiscalía, que solicitó al Tribunal Supremo su suspensión puesto que «obstaculiza» la posibilidad de impedir la divulgación de contenidos delictivos y de incitación al odio.
Dicha medida fue presentada en vísperas de las polémicas movilizaciones del pasado 7 de septiembre, consideradas «golpistas» por una parte de la sociedad brasileña, en respuesta a las acciones de estas empresas que en las últimas fechas había estado eliminando cuentas y perfiles afines a Bolsonaro y el Gobierno al considerar que contravenían las reglas de uso de sus redes sociales.
Hace unos días el presidente Bolsonaro llegó incluso a minimizar el alcance del contenido falso en Internet, asegurando que «las noticias falsas son parte de nuestra vida. ¿Quién no le ha dicho nunca una pequeña mentira a su novia?», se preguntaba. (…) «Nuestra libertad de prensa, con todos sus defectos, debe existir. Nunca tendremos ninguna medida destinada a censurarla, con todas sus errores es mejor para ella hablar, que callar», dijo.