«En muchas de las áreas donde han sido construidas las residencias faltó, obviamente, visión de futuro por parte de quien las construyó», ha asegurado Bolsonaro después de sobrevolar las áreas metropolitanas de Sao Paulo golpeadas por unas lluvias que han dejado al menos una veintena de fallecidos.
Bolsonaro ha reconocido que la situación irregular de esas construcciones, unas 26 millones según el Ministerio de Desarrollo Regional, se debe a la «necesidad» del pueblo brasileño. El presidente ha dicho que el Gobierno Federal hará lo «posible» para satisfacer las demandas de las autoridades locales, informa el diario ‘O Globo’.
Entre esas demandas parece no estar algunas de las que ha presentado el gobernador de Sao Paulo, Joao Doria, como la de una partida de 470 millones de euros (79 millones de euros) para la construcción de obras anti inundaciones, tal y como el ministro de Desarrollo Regional, Rogério Marinho, se ha encargado de descartar.
Para Marinho la petición de Doria no hace frente al momento actual, que no es otro, ha dicho, que «cuidar a las personas» con «acciones de emergencia», por lo que deja en manos de los alcaldes la decisión de cuáles son las «necesidades» de cada ayuntamiento.
Con respecto a la situación de irregularidad en la que se encuentran muchas de estas construcciones afectadas, cuando no arrasadas, el ministro Marinho ha señalado que no es un problema que pueda resolverse de un día para otro.
«Casi la mitad de las edificaciones de todo el país están en situación de irregularidad» y esto «es fruto de más de cien años de ocupación forzosa. No es una un problema de ahora», ha dicho.
Al menos 21 personas han muerto a causa de las fuertes lluvias y los desprendimientos de tierra que han ocasionado, tras varios días cayendo con fuerza en algunas regiones del estado de Sao Paulo.