Ya en otras ocasiones el exmandatario ha alertado de que esta campaña está impulsada desde el seno del Ejecutivo por sectores que tilda de «golpistas», si bien el ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, ha rechazado esta teoría.
En esta ocasión, Morales ha advertido de una «conspiración de la DEA contra dirigentes y senadores del Trópico (de Cochabamba)» para intentar «denigrar» al movimiento cocalero, campesinos dedicados al cultivo de la hoja de coca.
«Por más que mientan, el pueblo conoce la verdad. Los golpistas quieren dar golpe a la base social del (partido oficialista) Movimiento al Socialismo (MAS)», ha remarcado el expresidente en sus redes sociales.
Esta campaña denunciada por Morales ha provocado convulsiones internas en el seno del MAS, que incluso ha derivado en expulsiones de la formación. El Pacto de Unidad –que aglutina a organizaciones afines al oficialismo– convocó hace una semana una reunión a la que el exmandatario no fue invitado.