«Hemos dado inicio a la construcción de la planta procesadora de coca, algo fundamental, un logro importante para nuestro país. Esta planta permitirá industrializar y producir productos en beneficio de la sociedad», informó, en contacto con el canal estatal Bolivia TV.
La planta, cuyo costo alcanza a ocho millones de dólares, tendrá cuatro líneas de producción, la primera de productos secos en la que se elaborarán infusiones, harina de coca y cápsulas. Otra línea de fitofármacos de ungüentos, pasta dental y cremas.
Además, fármacos líquidos como jarabes y pastillas.
Se tiene un plazo de 15 meses para la construcción de las instalaciones en el municipio de Sacaba, en Cochabamba, y su funcionamiento está previsto para fines de 2023.
Bolivia es el tercer productor de coca en Sudamérica con cerca de 25.300 hectáreas, por detrás de Colombia y Perú, según datos del monitoreo de las Naciones Unidas.
La comercialización de la hoja de coca es legal en Bolivia para el tradicional acullico, masticado por obreros y campesinos, en mates y medicina tradicional. No obstante, la coca que es desviada al mercado ilegal es empleado en la elaboración de pasta base de cocaína.