«Se llevan adelante estudios para identificar las alternativas de interconexión con Brasil y Chile. Brasil es un gran demandante de energía eléctrica; por lo que, llegaría a considerarse como un país al cual podemos exportar importantes cantidades de energía en un futuro», afirmó.
Bolivia está en el centro de Sudamérica y busca aprovechar su ubicación estratégica para ser un centro energético, es decir consolidarse como un punto de interconexión y transmisión de electricidad entre países vecinos.
«Desde el punto de vista del sector eléctrico, es posible considerar a Bolivia, no como generador principalmente, sino como interconectador y transmisor entre países vecinos no contiguos, lo cual podría derivar en un gran sistema eléctrico sudamericano, estable, robusto, económico, comunitario», manifestó.
Actualmente, Bolivia tiene una capacidad instalada de generación eléctrica en su Sistema Interconectado Nacional (SIN) de 3.613 megavatios (MW), mientras que la demanda interna promedio de energía eléctrica ronda los 1.658 MW.
En ese sentido, Bolivia tiene un potencial de exportación del 25 por ciento de la capacidad instalada, que representa aproximadamente 900 MW, sin afectar y garantizando la atención del suministro eléctrico al interior del país.
Caero explicó que Bolivia exportó 9.377,9 megavatios hora (MWh) a Argentina, a partir del 13 hasta el 19 de marzo, por un valor que fluctúa entre 74 y 300 dólares por MWh, con estimaciones anuales de 144 millones de dólares.
El proyecto de Interconexión Eléctrica Bolivia-Argentina, consiste en una Línea de Transmisión de 120 kilómetros de longitud entre el departamento boliviano de Tarija y la provincia argentina de Salta, con una potencia estimada de 120 MW, y administrada por ENDE Transmisión Argentina S.A. (ETASA), filial de la boliviana ENDE.
PRODUCCIÓN DE ENERGÍA
Bolivia produce electricidad, principalmente, con gas en centrales termoeléctricas, y se complementa con plantas de energía solar, eólica, biomasa e hidroeléctricas.
«En los últimos años, el país implementó la tecnología de los ciclos combinados en las tres Centrales Termoeléctricas a gas de Warnes, en el departamento de Santa Cruz (este), Entre Ríos, en el departamento de Cochabamba (centro) y del Sur, en el departamento de Tarija (sur), que permite reducir el uso del gas en la generación eléctrica sin reducir la capacidad de producción de electricidad. La capacidad instalada de las termoeléctricas es de 2.467,22 MW», destacó.
En cuanto a energías renovables, Bolivia genera 115 MW de electricidad con biomasa (bagazo de la caña de azúcar), 734 MW con centrales hidroeléctricas, 131 MW con parques eólicos y 165 MW con plantas solares.
En la actualidad, se tiene en ejecución las hidroeléctricas Ivirizu, en el departamento de Cochabamba y Miguillas, en el departamento de La Paz (oeste), que aportarán más de 500 MW. Además, los proyectos eólicos Warnes II en Santa Cruz y La Ventolera en Tarija, que incorporarán aproximadamente 45 MW al Sistema Interconectado Nacional.
Potencial hidroeléctrico
Bolivia tiene un alto potencial hidroeléctrico de 45.000 MW, pero no aprovecha ni el 2 por ciento, según datos de la Empresa Nacional de Electricidad ENDE.
Proyectos como la Central Hidroeléctrica Chepete – Bala, que podría generar hasta 3.800 MW aproximadamente y la Binacional Río Madera de 3.700 MW, pueden consolidarse como centrales hidroeléctricas muy importantes a nivel Sudamérica.
«Bolivia necesita explorar, estudiar y aprovechar todo el recurso renovable disponible; entre solares, eólicos e hídricos, para poder ser un país exportador de energía limpia a nivel Sudamérica», proyectó Caero.
MERCADO SUDAMERICANO
La electricidad es un bien de consumo estratégico y países como Paraguay en Sudamérica obtienen sus mayores ingresos por la exportación de energía.
«Es importante señalar que Paraguay cuenta con una central binacional entre Paraguay y Brasil que tiene una capacidad de 14.000 MW; así como, la central binacional entre Paraguay y Argentina que tiene una capacidad de 3.200 MW, lo que lo convierte como el mayor exportador de energía eléctrica en Sudamérica», dijo.
Si Bolivia pone en operación la central hidroeléctrica Chepete – Bala y la Binacional Río Madera, puede tener la capacidad de ubicarse entre los países con centrales de generación de energía renovables muy importantes en la región.