«Los chats posteriores al misterioso encuentro (…) constituyen la radiografía precisa de la podredumbre del lawfare», criticó el ministro de Justicia, Martín Soria, en las redes sociales.
El viaje, que se produjo el 13 de octubre, involucró al juez federal Julián Ercolini, a su colega Carlos Mahiques, miembro de la Cámara de Casación, el máximo tribunal del país; a su hijo Juan Bautista Mahiques, jefe de los fiscales en la ciudad de Buenos Aires, y a Marcelo D»Alessandro, ministro de Justicia y Seguridad de la capital.
También habrían asistido los jueces Pablo Cayssials, Pablo Yadarola, el empresario especialista en campañas digitales Tomás Reinke y el exjefe de Legales de la extinta Secretaría de Inteligencia (SIDE), Leo Bergroth.
Todos ellos se organizaron a través de un grupo de Telegram para difundir una misma versión del encuentro y esconder el carácter privado de un viaje que habría financiado el Grupo Clarín, el conglomerado mediático más importante del país, según revelaron en la víspera los diarios Tiempo Argentino, Perfil y el portal El Cohete a la Luna.
Según se desprende de la filtración, los mencionados tomaron un vuelo privado desde la localidad bonaerense de San Fernando hasta Bariloche y se alojaron en la mansión que Lewis tiene en la Patagonia, en tierras que alcanzan las 14.000 hectáreas y en donde se encuentra Lago Escondido, un reservorio de agua glaciar situado en plena cordillera de Los Andes cuyo acceso público es obstaculizado por el magnate británico.
A través del grupo de Telegram, creado después de que el diario Página 12 informara el 17 de octubre de la existencia de ese viaje, los participantes del cónclave intercambiaron pareceres sobre cómo enmascarar su traslado en un vuelo privado y su estadía en la estancia de Lewis.
«Difícil de explicar que todos juntos fuimos a otro lado sin dejar cabos sueltos», reconoció Ercolini, de acuerdo a los chats difundidos.
El juez Cayssials, entonces, propuso mentir sobre el lugar en el que se alojaron: «Puedo conseguir una casa a la que fuimos a Bariloche. Es de un amigo que puede decir que nos la prestó», sugirió.
REACCIONES
Para el ministro de Justicia la filtración revela «la radiografía precisa de la podredumbre del lawfare».
«Es una muestra exacta de cómo la justicia, los medios y el macrismo le atan las manos a la democracia», sostuvo Soria al asumir la cercanía de este grupo con el expresidente Mauricio Macri (2015-2019) .
En ese sentido, «quienes deben impartir justicia no hacen mas que conspirar por su propia impunidad y la de sus socios, además de perseguir al peronismo», aseguró el funcionario.
El ministro puntualizó que Ercolini es el mismo juez «que elevó a juicio oral una causa armada sin pruebas como la de Vialidad», en la que se encuentra procesada la vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner, por el supuesto direccionamiento de obras públicas en la provincia de Santa Cruz (sur), y cuya sentencia se conocerá este martes.
El exjuez de la Corte Suprema Raúl Zaffaroni señaló que «el discurso de los chats es soberbia pura», que se trató de una «cuestión abiertamente política» y que hay «jueces que operan de esa manera».
La senadora oficialista Juliana di Tullio señaló que los involucrados «son los dueños de los y las dirigentas del PRO (partido credo por Macri)».
«Si creés que operan solo para que Cristina vaya presa, estás muy equivocado», manifestó en las redes.
La difusión de estos mensajes todavía no ha sido reconocido por ninguno de los involucrados.
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