El presidente de Argentina, Javier Milei, en la Casa Rosada (Foto: Europa Press/Contacto/Santi Garcia Diaz)
«Lo peor ya pasó», aseguró el lunes el presidente de Argentina, Javier Milei, al presentar el proyecto de Presupuesto 2026 que envió al Congreso para su análisis.
Esa afirmación, ya formulada por Milei cuando alcanzó su primer año de gestión en diciembre de 2024, ha sido rápidamente desmentida por los mercados financieros. El riesgo país aumentó en estas horas 8 por ciento y superó la barrera de 1.200 puntos, en un contexto que acusa una economía en caída con el consumo a la baja, la inflación estancada y un Gobierno que se resiste a acumular reservas.
Con el equilibrio fiscal como pilar inquebrantable, el proyecto de presupuesto presentado por Milei proyecta un crecimiento de la economía del 5 por ciento del producto interior bruto (PIB) y una inflación anual de 10,1 por ciento.
«Está muy claro que los supuestos macroeconómicos son todos hiperoptimistas, tanto por el crecimiento económico previsto para este año y para el próximo, como por la dinámica del dólar y la inflación», manifestó en una entrevista con la Agencia Sputnik el jefe economista de la Fundación de Investigaciones para el Desarrollo (FIDE), Pedro Gaite.
En términos generales, «las proyecciones son totalmente inconsistentes, lo que suele ocurrir en casi todos los presupuestos, pero el mensaje que Milei transmite a los mercados es una mala señal, porque se ningunea el sector externo y un tipo de cambio más competitivo que le permita tener superávit en la cuenta corriente para acumular reservas», resumió el especialista.
La cotización del dólar oficial estimada para finales de este año, situada en 1.325 pesos, está por debajo del cambio actual de la divisa extranjera, 1.480 pesos, «lo que muestra que el Gobierno no está dispuesto a hacer un aumento en el tipo de cambio», dedujo el economista.
El saldo comercial en la cuenta corriente, que abarca el flujo de todos los bienes y servicios de un país con el resto del mundo, se plantea deficitario por casi 5.800 millones de dólares, «una pésima señal para el mercado, que quiere un tipo de cambio que permita acumular reservas para pagar la deuda externa», observó Gaite.
La economista Noelia Abbate también cree que la subestimación del valor del dólar es una de las principales debilidades del presupuesto planteado, «porque en una economía prácticamente bimonetaria como la argentina, gran parte de las decisiones orbitan en torno al valor de la divisa», sobre todo a poco más de un mes de las elecciones parlamentarias nacionales del 26 de octubre.
Para la obtención de un crédito de 20.000 millones de dólares, la gestión actual accedió a establecer una banda de flotación del dólar que se actualiza uno por ciento mensual y cuyo límite superior se sitúa hoy en los 1.472 pesos, un monto que de ser alcanzado, requiere la intervención del Banco Central.
«De hecho, desde el propio equipo económico dejaron entrever la posibilidad de flexibilizar el tope de la banda cambiaria para evitar que el Gobierno tenga que intervenir de forma seguida, porque implicaría utilizar los dólares del préstamo del FMI y generaría dudas sobre el repago de la deuda y las posibilidades de refinanciamiento», profundizó Abbate, magíster en Política Económica.
El alza de la economía en un 5 por ciento para el año que viene, en tanto, se presume en base a un mayor nivel de consumo y de las exportaciones, pero con un dólar atrasado, «la rentabilidad de las exportaciones se reduce afectando su volumen e impulsando un crecimiento mayor de las importaciones», ponderó la economista.
«Y si los ingresos reales no aumentan, el consumo no va a poder incrementarse de forma tal de generar un círculo virtuoso con la producción nacional y el crecimiento económico», añadió.
El presidente no negó el recorte que sella el proyecto de presupuesto, al destacar que establece el menor nivel de inversión respecto al PIB de las últimas tres décadas. Es una característica loable para el mandatario, quien gobernó en los últimos dos años con una prórroga del presupuesto de 2023 aun cuando la inflación acumulada desde entonces fue de 223 por ciento.
A una semana de su derrota en las elecciones legislativas en la mayor provincia del país, Buenos Aires (este), el Gobierno propuso al Congreso un aumento del 5 por ciento en las jubilaciones y pensiones por discapacidad, un alza de 8 por ciento en educación, y un incremento del 17 por ciento para salud, en todos los casos por encima del índice de precios al consumidor (IPC) proyectado para 2026.
«El secreto o la trampa está en la subestimación de la inflación en 2025 y sobre todo en 2026», constató el economista jefe de la FIDE.
«Incluso las partidas que tienen un aumento por encima de la inflación proyectada quedan por debajo de la inflación real, y eso le da al Gobierno discrecionalidad en el gasto, porque si se subestima el IPC, subestima también la recaudación y el gasto nominal», agregó.
Hubo además una pérdida de ingresos en varios sectores que están en conflicto con el Gobierno, como los jubilados y los trabajadores del ámbito educativo y sanitario, ya solo con la prórroga del Presupuesto de 2024, que a su vez era de 2023, indicó Abbate.
La economista consideró preocupante que el Gobierno tome los ingresos como una de las anclas del programa, «porque de nuevo caemos en un problema de sábana corta: menos ingresos implican menos consumos y menos presiones inflacionarias, pero a la larga representan recesión y baja capacidad de generación de recursos propios tanto para promover la bonanza económica como el pago de nuestros compromisos financieros», avizoró.
En el borrador del presupuesto, de 1.436 páginas, se filtran además una serie de derogaciones que profundizan el deterioro presupuestario, como es el caso de la eliminación del artículo 9 de la Ley de Educación Nacional, que obliga al Estado a invertir no menos del 6 por ciento del PIB en esta área.
En su propuesta, el Gobierno también suprime la inversión progresiva en ciencia que debía llegar al 1 por ciento del PIB, elimina el Fondo Nacional de Defensa y el Fondo Nacional para Escuelas Técnicas.
En 2024, Milei presentó ante el Congreso el proyecto de presupuesto para 2025, pero nunca llegó a ser tratado por el parlamento.
El 30 de diciembre, el jefe de Estado prorrogó por segundo año consecutivo el Presupuesto 2023, un hecho sin precedentes en la historia del país sudamericano.
Variable | 2026 (proyección oficial) |
---|---|
Inflación anual | 10,1% |
Crecimiento del PIB | 5% |
Saldo comercial | –5.751 millones de dólares |
Tipo de cambio de referencia | 1.423 pesos por dólar |
Objetivo fiscal | Superávit (referencia oficial) |
Indicador | Nivel / Variación |
---|---|
Riesgo país | 1.230 puntos (+8% en la sesión) |
Bonos soberanos en dólares | Caídas generalizadas intradía |
Señal dominante | Dudas sobre tipo de cambio y saldo externo |
Partida | Variación 2026 |
---|---|
Jubilaciones y pensiones | +5% |
Educación | +8% |
Salud | +17% |
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