Javier Milei (Foto: Gabriel Lado - World Economic Foru - DPA)
Milei ha instado al dirigente opositor a que se aparte del cargo y ha planteado la posibilidad de una intervención federal para restaurar el orden.
En un mensaje publicado en la red social X, Milei arremetió contra Kicillof, asegurando que su administración favorece a los delincuentes en lugar de a las víctimas. «No se puede trabajar con alguien como usted, que cree que los delincuentes son las víctimas, mientras nosotros creemos que los delincuentes son los malos y que el que la hace, la paga», escribió el mandatario.
El presidente criticó lo que denominó una «doctrina prodelincuentes», en contraposición con su política de tolerancia cero inspirada en el modelo de Giuliani en Nueva York. Ante la grave crisis de seguridad que, según él, atraviesa Buenos Aires, Milei exigió la renuncia de Kicillof:
«Si le interesa el bienestar de los bonaerenses, córrase del camino y déjenos intervenir la Provincia. En un año, nosotros vamos a terminar con la violencia»
El mandatario enfatizó que su gobierno está dispuesto a asumir la responsabilidad del problema y cuestionó si Kicillof prioriza «el bienestar de los bonaerenses o sus intereses políticos personales».
El gobernador bonaerense no tardó en responder, rechazando los dichos de Milei y calificando sus propuestas como un ataque a la democracia, el federalismo y la Constitución. «Más allá de las diferencias, hay consensos que no se tocan», afirmó en declaraciones recogidas por el diario ‘Página 12’.
Kicillof además denunció que la Nación ha recortado fondos esenciales para la seguridad de la provincia:
«Hemos sufrido un robo de recursos: 750.000 millones de pesos. Era un fondo de seguridad que le sacó Milei a la Provincia»
El gobernador explicó que, al asumir su gestión, había apenas 790 patrulleros operativos y que su administración adquirió 5.500 vehículos adicionales para reforzar la seguridad. Sin embargo, alertó que sin los fondos federales, será difícil reponer los recursos necesarios.
Las declaraciones de Milei han generado un fuerte rechazo en distintos sectores políticos. Varios gobernadores, tanto oficialistas como opositores, han salido en defensa de Kicillof, denunciando que la propuesta del presidente representa un ataque directo a los valores republicanos y al sistema federal argentino.
El enfrentamiento entre Milei y Kicillof refleja la creciente tensión política en Argentina, en un contexto de crisis económica y social que ha intensificado los debates sobre la seguridad pública y el rol del Estado en la gestión de la violencia.
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