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Transporte público

La huelga del transporte público en Argentina afecta a la capital y siete provincias

La interrupción del servicio dificultó la movilidad en la capital argentina.

Un grupo de personas hace cola en la estación de tren de Retiro, en Buenos Aires, a la espera de someterse a la prueba de Covid-19

Un grupo de personas hace cola en la estación de tren de Retiro

La Unión Tranviarios Automotor (UTA) de Argentina cumple desde la medianoche de este viernes con un paro de 24 horas en el transporte público que afecta los servicios de autobuses de corta y media distancia en la ciudad de Buenos Aires y en otras siete provincias en protesta contra la falta de pago de un aumento salarial por parte de las empresas.

«Ratificamos la retención de tareas», corroboró la UTA en las redes sociales en las últimas horas.

La interrupción del servicio dificultó la movilidad en la capital argentina, en la provincia de Buenos Aires (este), incluida su capital, La Plata, y en las jurisdicciones de Corrientes (noreste), Entre Ríos (este), Santa Fe (centro-este), Formosa (norte), Misiones (noreste) y Tucumán (noroeste).

La UTA advirtió que no permitirá que las compañías propietarias de las líneas de autobuses utilicen este conflicto para obtener mayores subsidios del Gobierno.

En esta línea, el sindicato sostuvo que «los grupos monopólicos que pretenden ejercer presión sobre las autoridades nacionales para obtener mayores recursos económicos» deben encauzar esa discusión «en los espacios y las instancias adecuadas».

El gremio también advirtió a las patronales que «no utilicen a los trabajadores y a los usuarios como rehenes de sus pedidos sectoriales», según un comunicado que difundieron.

La ministra de Trabajo, Kelly Olmos, aseguró que el Gobierno transfirió sus partidas y que se trata de un cierre patronal.

La funcionaria no descartó denunciar a las empresas de autobuses por una supuesta retención indebida de subsidios que le corresponderían a los trabajadores.

Un sector de la UTA, crítico con la gestión del secretario general del gremio, Roberto Fernández, adelantó el cese de tareas a la tarde del jueves, lo que condicionó el regreso a sus hogares de miles de personas.

Esta facción disidente, que llevó a que todos los autobuses del grupo DOTA adelantaran la medida de fuerza a las 18.00 horas del jueves (21.00 GMT), acusó al titular de UTA de «negociar sus salarios a la baja» e «imponer una grave migración de trabajadores a otras actividades mejor remuneradas».

En la mañana de este viernes, también dejó de funcionar durante unas horas la línea de ferrocarril Sarmiento, que comunica la capital con el oeste de la provincia de Buenos Aires.

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