Una manifestación de policías en Argentina
El presidente hizo su defensa de la represión este viernes, en un evento agroindustrial en Buenos Aires. A su lado, sonreía la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, principal responsable del operativo que desplegó de manera inusitada a las cuatro fuerzas federales en las inmediaciones del Congreso de la nación: Policía Federal, Gendarmería, Prefectura Naval y la Policía de Seguridad Aeroportuaria.
La represión de la marcha de los jubilados, que cada miércoles protestan frente a la sede del Legislativo contra el ajuste del gasto público que recae sobre sus pensiones, comenzó antes de la hora oficial de la convocatoria, pautada a las 17:00 hora local (20:00 GMT). La del miércoles también fue apoyada por aficionados a distintos clubes de fútbol y otras organizaciones sociales, luego de que la semana anterior un jubilado hincha del club Chacarita Juniors fuera golpeado por la policía.
«A las 16:00 horas (19:00 GMT), la policía comenzó con las provocaciones y luego directamente a reprimir con gases, palos y golpes. Enseguida intervinieron los camiones hidrantes», contó a la Agencia Sputnik el fotoperiodista Marcos Sierra.
«A las 21:30, en la plaza del Congreso había unas 70 personas que estaban por desconcentrarse cuando avanzó una cantidad enorme de agentes de la Policía Federal junto con un camión del Servicio Penitenciario Federal, por lo que ya estaba previsto cazar a la gente», añadió.
Sierra apenas tuvo tiempo de fotografiar a dos de las personas que estaban siendo detenidas en aquel momento, cuando fue empujado e insultado por un agente, primero, y por el jefe del operativo después. «Como seguí sacando fotos, él agarró con las dos manos un bastón largo que portaba, me golpeó en el tabique de la nariz, lo que me provocó un corte bastante importante, y luego me empezó a perseguir», contó.
Fueron en total cuatro policías los que se abalanzaron sobre él para apalearlo. El reportero recibió 14 golpes en el cuerpo y en la cabeza. «Tenía un casco de seguridad, pero uno de los golpes me dio en el cuello y se me generó un hematoma que hizo que terminara en la guardia del hospital», apuntó.
El guitarrista Manuel Masetti, en su relato, refiere una sensación «de mucha violencia y una especie de descontrol por parte de la policía, que estaba muy agresiva a la hora de reprimir». El músico también considera que los uniformados estaban abocados a «cazar» a los manifestantes.
«A las 4 de la tarde, yo me estaba acercando al Congreso y tuve que cambiar de camino porque sentía ya los efectos de los gases lacrimógenos», evocó. «En cuestión de 25 minutos el gas se hizo insoportable y se empezaron a escuchar los disparos y los disturbios», añade.
La movilización semanal que sostienen desde hace meses los adultos mayores frente al Congreso se explica en un porcentaje: el 19,2 por ciento del ajuste del gasto público en 2024 recayó en ellos, de acuerdo al Centro de Estudios de Política Argentina.
«La Policía Federal y la Gendarmería vienen reprimiendo en cada oportunidad a los jubilados, por eso nos unimos hinchas de varios clubes para defenderlos», relató a esta agencia Adriana Mesa, una estudiante de la Universidad Madres de Plaza de Mayo.
La narrativa oficial afirma que la violencia durante las movilizaciones fue originada por barras bravas (ultras), pero la manifestante consultada insiste en desmentirlo. «Como una persona que va hace 30 años en la cancha, puedo asegurar que esas personas que asistieron a la marcha no eran barras bravas», dice.
Fueron los simpatizantes de fútbol los primeros en acercarse al fotógrafo Pablo Grillo cuando cayó sobre el asfalto tras recibir el impacto que le fracturó el cráneo y le desprendió masa encefálica, según atestigua Mesa. «Fueron ellos quienes nos ayudaron a asistirlo y quienes fueron al puesto de salud en busca de ayuda», recordó.
La represión del miércoles todavía permanece en la retina de esta alumna de la licenciatura de Trabajo Social.
«Lo del miércoles me duele y me llena de bronca. En estos momentos me cuesta procesarlo», admitió. «Tengo la imagen de Pablo Grillo en el piso, la imagen de mis compañeros llorando por el gas porque los asfixiaba, la imagen de los jubilados siendo golpeados. Toda la violencia y la represión que vivimos no pueden quedar impunes», agregó.
No había barras bravas entre los 114 detenidos que fueron detenidos luego de la marcha y liberados posteriormente por la jueza Karina Andrade. La magistrada explicó que la policía no aclaró las circunstancias de los arrestos ni los motivos y sostuvo que durante la represión se afectaron derechos constitucionales fundamentales, «como el derecho a la protesta, la manifestación en democracia y la libertad de expresión».
No tardó el Gobierno en salir en tromba contra la magistrada. La ministra de Seguridad anunció que solicitará su apartamiento de la causa y su par de Justicia, Mariano Cúneo Libarona, adelantó que presentará la denuncia ante el Consejo de la Magistratura, órgano que evalúa el desempeño de los jueces.
Milei, en tanto, se muestra ufano en sus apariciones públicas y reivindica el accionar de la responsable del operativo. El presidente suspendió dos viajes que tenía previstos a Chile y España. El próximo miércoles habrá otra manifestación de apoyo a los jubilados que promete ser aún más multitudinaria.
En un paso que muchos expertos califican de regresivo, Donald Trump ha decidido reactivar una…
"Si quedaban algunas dudas de la conducta de traidora a la patria de este nefasto…
Las autoridades localizaron varios hornos crematorios clandestinos en una finca de Teuchitlán donde también se…
"De manera excepcional y por el lapso de cinco (5) años, desde la vigencia del…
"Hay una coincidencia en el tiempo de la violencia extrema del crimen organizado, que se…
Mientras el prosecretario de Presidencia, Jorge Díaz, aseguró metafóricamente que recibieron "una Ferrari fundida", el…