«Los esfuerzos de integración deben tener en cuenta el entramado de pequeñas y medianas empresas que operan en el Mercosur», señaló el mandatario este martes en el Hotel Gran Meliá que acoge el Parque Nacional Iguazú, en la provincia de Misiones (noreste).
Tras el balance que realizó su canciller, Santiago Cafiero, sobre las gestiones adoptadas durante la presidencia pro témpore de Argentina en el primer semestre, Fernández insistió en que adoptar medidas para proteger las pequeñas y medianas empresas industriales «es clave para mejorar la interacción entre las estructuras productivas».
El Mercosur, que es la principal salida al mundo de sus países y «el principal instrumento de inserción internacional», debe por ello «potenciar sus capacidades de diseño y fortalecer la unidad regional», sostuvo.
El presidente asumió que «los buenos resultados en materia de comercio exterior relacionados con el desarrollo de las capacidades productivas, científico-tecnológicas y el desarrollo de mercados internos».
De reforzar estos mecanismos, el Mercosur se verá como «una oportunidad como mercado común y una oportunidad para terceros, que ven el mercado extendido como un atractivo», señaló Fernández.
En pos de ese objetivo, el bloque regional no debe limitarse a ser proveedores de materias primas, sino también «exportadores de productores elaborados».
Después de rechazar que su postura fuera aislacionista, el mandatario insistió en que es necesario apostar por el «desarrollo industrial» para «agregar valor».
Durante su discurso de apertura, el jefe de Estado argentino destacó los 32 años de historia que cumple el Mercosur, y presumió de que la unión aduanera se convirtió en un espacio «de búsqueda de consensos, de preservación de la democracia, de respeto irrenunciable de los derechos humanos».
El bloque comercial también es depositario de un esfuerzo por reconocer las diversidades, además de impulsar «la integración de las estructuras productivas» y de llevar adelante «negociaciones en conjunto para lograr una mejor inserción internacional».
ACUERDO UE
En relación al acuerdo alcanzado en 2019 entre el Mercosur y la UE, el presidente observó que las trabas de los últimos años se debieron a «dificultades por falta de consenso o vocación de trabajo por parte de los países europeos, no del Mercosur».
Ante este escenario, Fernández abogó porque las negociaciones futuras «arrojen resultados equilibrados para todas las partes».
Durante los intentos por llevar a la práctica el acuerdo suscrito con el Mercosur, la UE adoptó «actitudes proteccionistas, notorias en los alimentos, rubro fundamental de la oferta exportadora de nuestro bloque», planteó el mandatario.
Crítico de un anexo ambiental que presentó el 28 de febrero la UE para incorporarlo al acuerdo con el Mercosur, el presidente argentino rechazó este tipo de desbalances y abogó por «una oportunidad para introducir mecanismos que nos protejan de medidas unilaterales en materia ambiental que tendrán lugar con o sin acuerdo».
«El acuerdo con la UE representa oportunidades para concretar en el marco de la reconfiguración de los mapas productivos, nuevas tecnologías y empleos que suponen las cadenas de valor», valoró el Mercosur. AMPLÍA 2 – Presidente de Argentina pide integrar a las pymes del Mercosur
CRISIS PERPETUAS
Durante el cónclave, en el que Argentina traspasará la presidencia pro témpore del organismo a Brasil, Fernández destacó que es la primera vez desde 2019 que se reúnen los jefes de Estado de los cuatro socios del Mercosur.
Al analizar la situación internacional «en un mundo que vuelve a polarizarse», el presidente mencionó el conflicto en Ucrania al lamentar que «no muestra signos de acabarse, y parece querer prolongarse involucrando a nuevos actores»
Por otro lado, «la batalla comercial entre EEUU y China también determina nuevas condiciones geopolíticas», evaluó.
A esto se suma «una crisis climática que trae aparejados ciclones, sequías, inundaciones», enumeró.
«Advertimos el escenario de un mundo en transición y en conflicto que nos presagia con crisis en cascada que afectan el empleo, la producción, la salud, la educación y el ambiente», ponderó.
Ante esta coyuntura, el presidente defendió que el Mercosur es el «proceso de integración más sólido que América del sur ha desplegado».
El mandatario mencionó en concreto la sequía que afecta su país y que también padece Uruguay, «que teme por su provisión de agua potable».
En este contexto, «las regiones se preparan para acotar las cadenas de valor y agregar más ciencia y tecnología», concluyó.
Durante la reunión plenaria de los jefes de Estado, Argentina traspasará la presidencia pro témpore del Mercosur a Brasil, que liderará las iniciativas de la unión aduanera por los próximos seis meses.