El episodio refleja las tensiones internas que acompañan la ratificación del pacto con el bloque sudamericano, un proyecto que lleva más de dos décadas en negociación y que aún divide a los Veintisiete por sus implicaciones económicas, agrícolas y medioambientales.
Desmentido inmediato desde el Consejo Europeo
Tras la cumbre celebrada el jueves en Bruselas, Merz afirmó ante la prensa que “lo hemos votado, el acuerdo con Mercosur ya puede entrar en vigor”, asegurando que el visto bueno político permitiría firmar el texto final antes de fin de año.
Sin embargo, António Costa, presidente del Consejo Europeo, precisó que la reunión se limitó a un intercambio técnico sobre las traducciones del texto y que no se adoptó ninguna decisión formal.
En Berlín, el portavoz adjunto del Gobierno, Sebastian Hille, confirmó esa versión y matizó que los embajadores de los Estados miembros solo recibieron instrucciones para “preparar los trabajos técnicos” necesarios de cara a una eventual firma.
Los líderes comunitarios no votaron el acuerdo, sino que dieron mandato para avanzar en los preparativos técnicos
El presidente francés Emmanuel Macron, crítico habitual del pacto, también expresó sorpresa por las declaraciones de Merz y señaló que el trabajo continúa, pero “el acuerdo no está cerrado”.
El largo camino del acuerdo UE-Mercosur
Las negociaciones entre la Unión Europea y los cuatro países del Mercosur —Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay— comenzaron en 1999 y se reactivaron tras varios años de parálisis. En diciembre de 2024, la Comisión Europea anunció un acuerdo político sobre el pilar comercial, que ahora debe someterse a revisión legal, traducción y aprobación parlamentaria.
Aunque las negociaciones están concluidas, el texto aún debe ser ratificado por el Parlamento Europeo y los 27 Estados miembros
Francia, Irlanda y Austria mantienen reservas por sus posibles impactos ambientales y sobre la agricultura europea. En cambio, Alemania, España y Portugal se muestran favorables a acelerar la ratificación, al considerar que reforzaría la presencia europea en América Latina frente a China y EEUU.
Calendario y pasos pendientes
| Fase del proceso | Descripción | Responsable |
|---|---|---|
| Revisión legal y traducción | Adaptación jurídica y lingüística del texto en las lenguas oficiales de la UE | Comisión Europea |
| Presentación formal al Consejo | Remisión del texto para decisión política | Consejo de la UE |
| Aprobación del Parlamento Europeo | Evaluación y votación del pilar comercial | Parlamento Europeo |
| Ratificación nacional (si es tratado mixto) | Aprobación por los parlamentos de los 27 países | Estados miembros |
El proceso podría extenderse hasta 2026 si finalmente se considera un acuerdo mixto, lo que obligaría a su validación en cada país. En ese caso, cualquier parlamento nacional podría bloquear la entrada en vigor del tratado.
Impacto para España y América Latina
Para España, el acuerdo supondría una ampliación de mercados para los sectores agroalimentario e industrial, especialmente en regiones exportadoras como Extremadura o Andalucía, que mantienen vínculos comerciales con Brasil y Argentina.
El acuerdo busca impulsar la cooperación económica entre Europa y América Latina en un contexto de creciente competencia global
No obstante, los sectores agrícolas europeos alertan de un posible aumento de la competencia en productos como la carne y la soja, lo que ha alimentado la cautela de algunos gobiernos.
La confusión provocada por las declaraciones de Friedrich Merz pone de manifiesto la fragilidad del consenso en torno al pacto con Mercosur. Aunque Bruselas insiste en que la decisión final aún no se ha tomado, el movimiento diplomático para allanar la firma antes de fin de año marca una nueva fase en una negociación que definirá la política comercial europea en América Latina.



