La Comisión Económica para América Latina y el Caribe subraya que la leve revisión al alza no implica un cambio de tendencia. El crecimiento se mantiene en niveles bajos y desiguales, sostenido principalmente por el repunte de las materias primas y un consumo interno moderado. En su diagnóstico, la institución insiste en que la región necesita una transformación productiva acelerada que diversifique las economías y genere empleos formales.
Crecimiento modesto y desigual
La Cepal explica que las condiciones internacionales son “menos adversas”, gracias al repunte del comercio con Asia y a la estabilización de los precios de algunos metales. Sin embargo, advierte que el impulso externo pierde fuerza y que las brechas de productividad continúan ampliándose en la mayoría de los países latinoamericanos.
El impulso externo se debilita y la productividad interna sigue siendo insuficiente para sostener un crecimiento inclusivo
La revisión al alza de dos décimas respecto a la estimación anterior no altera el diagnóstico general: la región seguirá atrapada en un ciclo de bajo crecimiento y alta vulnerabilidad externa, con una expansión insuficiente para generar mejoras sociales duraderas.
La organización estima que, en ausencia de reformas estructurales, las economías latinoamericanas podrían permanecer durante años en un rango de crecimiento cercano al 2%. Esa limitación, sostiene, solo podrá superarse mediante una política industrial activa, más inversión pública y una apuesta sostenida por la innovación.
Empleo e informalidad, los principales desafíos
En el plano laboral, la Cepal prevé que el número de ocupados aumente un 1,5% en 2025 y un 1,2% en 2026, con una leve reducción de la informalidad y de las brechas de género, aunque ambos indicadores seguirán en niveles elevados.
La falta de empleo formal y los bajos niveles de inversión limitan el impacto del crecimiento sobre la reducción de la pobreza
La institución alerta de que la falta de dinamismo en el empleo formal limitará el efecto redistributivo del crecimiento y dificultará la reducción de la pobreza. El organismo reclama políticas que promuevan la formalización y mejoren la calidad del trabajo, así como incentivos fiscales que fomenten la inversión productiva.
El bajo nivel de productividad y la escasa diversificación económica son factores que, según el informe, continúan condicionando el potencial de desarrollo de la región y agravan la desigualdad.
América del Sur mejora más que el resto de subregiones
Las previsiones de la Cepal reflejan diferencias significativas entre subregiones. América del Sur se beneficia del repunte de los precios de los metales y del aumento del intercambio con China, mientras que América Central y México presentan una evolución más contenida.
| Subregión | Crecimiento 2025 | Crecimiento 2026 |
|---|---|---|
| América del Sur | 2,9% | 2,4% |
| América Central | 2,6% | 3,2% |
| México | 1,3% | 1,3% |
| Caribe (con Guyana) | 4,7% | 8,2% |
| Caribe (sin Guyana) | 1,9% | 1,7% |
Sudamérica se beneficia del auge de materias primas, mientras el Caribe y México avanzan con mayor lentitud
Estas cifras confirman un panorama desigual, en el que las economías sudamericanas avanzan con más fuerza, mientras las del Caribe y México mantienen un crecimiento más limitado por su dependencia del turismo y de la coyuntura estadounidense. La Cepal advierte, además, que los riesgos arancelarios y financieros globales podrían frenar estas previsiones en los próximos trimestres.
Una década decisiva para el cambio estructural
El organismo regional concluye que América Latina y el Caribe necesitan nuevas estrategias de desarrollo que combinen crecimiento económico con inclusión social y sostenibilidad. Sin una transformación profunda, la región continuará en una senda de crecimiento moderado, con dificultades para reducir la desigualdad y aumentar la productividad.
La transición energética, la digitalización y la integración regional aparecen como las grandes oportunidades para consolidar una recuperación duradera.



