En Brasil, el pulso judicial y político en torno a Bolsonaro se acelera desde el 4 de agosto, cuando Alexandre de Moraes ordenó su arresto domiciliario por incumplir medidas cautelares en la causa por el intento de golpe tras las elecciones de 2022.
La fotografía demoscópica combina apoyo social a la medida con una fuerte polarización y un inusual choque con Washington por las sanciones a un juez del Supremo brasileño
Qué dicen los datos: apoyo al arresto y polarización
El termómetro más reciente entre la ciudadanía lo aporta Datafolha: un 51% de los brasileños aprueba el arresto domiciliario, frente a una minoría que lo rechaza, y un 53% considera que Moraes actúa dentro de la ley. En paralelo, el monitoreo de Quaest en redes sociales tras el decreto del 4 de agosto detectó un 53% de menciones favorables a la medida y un 47% en contra, un patrón que confirma la brecha política.
Magnitsky: mayoría ve “injustas” las sanciones a Moraes
A finales de julio, EEUU activó la Ley Magnitsky contra Moraes, con bloqueo de activos bajo jurisdicción estadounidense y restricciones de entrada. Una medición de Genial/Quaest sitúa en 49% a quienes consideran “injusta” esa decisión, frente a un 39% que la respalda.
Las sanciones estadounidenses a un juez en ejercicio se leen en Brasil como injerencia y tensan la relación bilateral
Contexto judicial y político
La resolución del 4 de agosto incluyó tobillera electrónica, limitación de visitas y confiscación de dispositivos. El expediente por la intentona del 8 de enero de 2023 centra el foco en la responsabilidad del expresidente y en su entorno, con un calendario judicial que puede condicionar el tablero de 2026. Al mismo tiempo, el choque con EEUU por Magnitsky salpica al sistema financiero brasileño —por el cumplimiento de sanciones extraterritoriales— y añade incertidumbre económica.
Los números, de un vistazo
Indicador | Porcentaje | Fuente y fecha |
---|---|---|
Aprueba el arresto domiciliario de Bolsonaro | 51% | Datafolha, 14 de agosto |
“Moraes actúa dentro de la ley” | 53% | Datafolha, 14 de agosto |
Menciones en redes a favor del arresto | 53% | Quaest (monitorización), 5 de agosto |
Sanción Magnitsky a Moraes “injusta” | 49% | Genial/Quaest, 26 de agosto |
Sanción Magnitsky “justa” | 39% | Genial/Quaest, 26 de agosto |
La combinación de apoyo social a la medida cautelar y rechazo a la extraterritorialidad de Magnitsky perfila un consenso acotado: castigo si hubo intento de subvertir la Constitución, pero rechazo a que un tercero interfiera en el proceso. El desenlace judicial marcará la estrategia de la derecha brasileña y la relación con EEUU en los próximos meses.
Con el juicio aún por delante y una sociedad partida en dos bloques, Brasil entra en una fase decisiva: lo que ocurra en los tribunales determinará si el 51% de apoyo al arresto se consolida o se diluye y, en paralelo, si el 49% contrario a las sanciones a Moraes se traduce en presión política para recomponer la relación bilateral.