Argentina vuelve a enfrentarse a una fuerte escalada del tipo de cambio, con el dólar trepando hasta los 1.325 pesos en el Banco Nación, su valor más alto hasta la fecha. La reciente suba se enmarca en un nuevo esquema cambiario impulsado por el Gobierno, que coincidió con un aumento de la liquidez, una menor absorción del Tesoro y una creciente demanda de divisas en el mercado.
Milei flexibiliza el cepo y el dólar se dispara
El pasado 14 de abril, tras cerrar un acuerdo clave con el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Gobierno de Javier Milei decidió flexibilizar el acceso a divisas, poniendo fin a muchas de las restricciones del cepo cambiario e implementando un nuevo esquema para el mercado de cambios.
La divisa estadounidense se fortaleció con fuerza desde abril, en medio de cambios estructurales en la política económica del Gobierno
Desde entonces, el dólar se encareció un 20,7%, pasando a cotizar este miércoles a 1.325 pesos por unidad para la venta al público en el estatal Banco Nación, tras una suba diaria de 25 pesos.
Esta situación marca un punto de inflexión para la política monetaria argentina, que intenta estabilizar el mercado tras años de controles y distorsiones.
Alta liquidez, elecciones y vacaciones: los motores detrás del salto
Según analistas financieros, esta escalada responde a varios factores, tanto estacionales como estructurales.
En primer lugar, hay una mayor circulación de pesos en la economía por el pago de salarios con aguinaldo a mitad de año, parte de los cuales se destinan al ahorro en dólares. También influye la mayor demanda de divisas para viajes al exterior, en pleno receso invernal del hemisferio sur.
La presión cambiaria se intensifica en un clima de desconfianza y cobertura electoral ante los comicios de octubre
Pero el factor clave, aseguran los expertos, es la elevada liquidez de pesos en los bancos. El Tesoro no ha logrado absorber esa masa monetaria en sus licitaciones de letras y bonos, pese a convalidar tasas de interés más altas.
Además, algunos inversores comenzaron a cubrirse ante posibles turbulencias de cara a las elecciones legislativas de octubre, un comportamiento habitual en momentos de incertidumbre política en Argentina.



